Las últimas horas de vida de Ernesto Che Guevara, herido y prisionero en una escuela rural de La Higuera, Bolivia, es el contexto en el que se desarrolla un diálogo entre la maestra de dicha escuela y el célebre guerrillero en la puesta en escena 36 horas cuenta abajo: escuela de las Américas, obra escrita por el guionista y dramaturgo José Rivera, que con dirección de Otto Minera tendrá temporada del 3 al 23 de septiembre en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Se trata de un encuentro en el que horas antes de la muerte, el Che y la maestra rural, honesta, temperamental, católica y creyente en Dios, reflexiona y cuestiona el ideario y las acciones de Guevara de la Serna, al tiempo que éste le explica la importancia y los motivos que lo llevaron a emprender una revolución armada en Bolivia.

Las ilusiones, errores, la retórica y la realidad, la fuerza y las debilidades, la justicia y la igualdad en el mundo, así como el afán de una verdadera libertad, se encarnan en la figura del personaje del Che Guevara en esta historia.

Frente a ello, la vida de la maestra rural, las condiciones cotidianas y vicisitudes que implica ejercer el magisterio y enseñar a un pequeño grupo de niños pobres. Una maestra comprometida con su trabajo, pero que al mismo tiempo reivindica el amor romántico y no deja de soñar con tener algún día esposo e hijos.

En la obra, entre otras cuestiones, se plantean y contraponen si la revolución es una esperanza o una ilusión; el discurso de una vida simple, el amor a los hijos y a la pareja con el anhelo de cambiar el disparatado mundo; la creencia en Dios y las ideas como las mejores armas de lucha contra el imperio capitalista; las palabras consideradas groserías, con la grosera realidad de la ignorancia y la explotación infantil, el amor romántico y la decisión de, según la maestra, convertirse en una máquina de guerra.

En el montaje de 36 horas cuenta abajo “se presenta a un Che Guevara diferente al que estamos acostumbrados, dónde quizá él se pudo cuestionar algunas cosas”, explicó el actor Juan Valero. “Pero también es ese Che Guevara heroico que hasta el final de su vida no tuvo miedo de morir”.

En esta historia, comentó la actriz Carmen Mastache, se pone de manifiesto la importancia de la educación como una de las vías y las trincheras más poderosas para la transformación de la sociedad. “Eso se ve reflejado a lo largo de todo lo que dice en la propuesta escénica del dramaturgo.

“El Che representa una utopía que correspondió a una generación específica y a un movimiento social igual muy específico. Esa utopía aún existe y tiene una función: movernos como sociedad”.

Con las actuaciones de Juan Valero, Carmen Mastache, Anilú Pardo, Edgardo González, Josué Aguilar y Alejandro Gama, escenografía e iluminación de Tere Uribe y vestuario de Estela Fagoaga, 36 horas cuenta abajo, tendrá temporada del 3 al 23 de septiembre, con funciones viernes a las 19 y 21 horas, sábados a las 18 y 20 horas, y domingos a las 17 y 19 horas, en el foro La Gruta (avenida Revolución 150, San Ángel).