No hay duda de que este sexenio concluirá con una mayor debilidad en las finanzas públicas respecto de los tres sexenios previos, aseveró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

Basado en cifras oficiales, el organismo empresarial destacó la caída de 10.3 por ciento en los ingresos totales del sector público durante el primer semestre de 2018, al sumar 2 billones 500 mil millones de pesos respecto a igual lapso de 2017, que contrasta con el aumento de 4.9 por ciento en el gasto total, que llegó a 2 billones 790 mil millones de pesos.

En este último rubro, el gasto corriente aumentó 7 por ciento y los otros gastos de operación se dispararon 19.6 por ciento. Además, subieron 13.1 por ciento los correspondientes al costo financiero del sector público equivalentes a 52.1 mil millones de pesos, lo que refleja el elevado endeudamiento público y el constante aumento de las tasas de interés, indicó.

Hubo un ligero repunte en el ejercicio de recursos, en especial en gasto corriente, atribuible a las necesidades que propicia el periodo electoral de finales de sexenio, que contrasta con los esfuerzos para contener el ritmo de crecimiento del gasto corriente, pues en 2017 bajó 3.7 por ciento, primera variación negativa desde 2001.