En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), uno de los reclamos centrales de militantes a su dirigencia nacional es la manera en que fueron postulados los candidatos en el pasado proceso electoral, uno de los factores que atribuyen al desplome del primero de julio.

Pero también lamentan el extravío de identidad y de principios del tricolor, así como de la forma en que la estructura partidista fue relegada en la toma de decisiones, según se muestra en los primeros documentos enviados a la Comisión de Diagnóstico.

Samuel Palma, presidente de esa comisión, consideró al respecto que el partido desaprovechó el esfuerzo de la asamblea de 2017, en la cual –entre otros puntos– se reformaron los estatutos y se permitió la postulación de candidatos externos, incluida a la Presidencia de la República.

Sí es un tema que hemos recibido. Hay quienes sí critican la reforma estatutaria en términos del llamado candidato externo. Eso está reflejado; nosotros tendremos un debate al interior de la comisión para ver cómo tratamos esto, comentó a La Jornada.

Admitió que hay molestia en la militancia porque en el pasado reciente el partido quedó desdibujado para la toma de decisiones, de gobierno, de postulación de candidatos y de organización.

Prácticamente todos los factores centrales estuvieron desfasados y desalineados, por lo que pensar en una reforma del partido no es una frase sino corresponde al tamaño del problema, señaló.

Hay un claro desajuste en el partido respecto del momento que vive el país.

Ese desajuste – agregó– se mostró en graves problemas en la postulación de candidatos, en el desarrollo de candidatos y de campañas.

Tenemos una institucionalidad débil. No hemos podido resolver esta entidad del partido cuando somos gobierno, indicó.

Esta comisión recibirá propuestas de sus militantes hasta el 30 de agosto; una vez sistematizada la información se elaborará un documento para entregar al Consejo Político Nacional, el cual sesionaría en septiembre.

Si bien el documento referido no tiene carácter vinculante se pretende que las propuestas sean un punto de referencia para los procesos de reforma del tricolor.

Uno de los primeros escritos recibidos por esa comisión es el de César Augusto Santiago, ex integrante de la dirigencia nacional del partido. En 16 puntos, el ex legislador plantea un esquema de investigación no sólo para la reflexión sino para señalar a los responsables de la derrota electoral, y de los criterios utilizados para elegir a José Antonio Meade, ciudadano no militante, como el abanderado presidencial del PRI, así como de su plataforma y equipo.

“¿Quién decidió, y por qué aceptó el PRI, que el vocero de la campaña fuera Javier Lozano?, un personaje agresivo, grosero, traidor, cuya única identificación partidaria era con el PAN (…) Por qué la dirigencia del partido y sus organizaciones quedaron prácticamente borradas durante la campaña?, planteó Santiago.