La batalla legal de Citibanamex contra Amado Yáñez y su empresa Oceanografía, acusada de provocar un quebranto multimillonario a la firma financiera, no ha terminado.

La institución informó ayer que existen en curso todavía múltiples procesos legales pendientes en contra de la firma naviera Oceanografía y de Amado Yáñez Osuna, propietario de la misma.

Una de las salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó esta semana desechar un recurso de revisión interpuesto por Citibanamex para ser reconocido como acreedor en el concurso mercantil de la empresa naviera.

La decisión de la Corte está relacionada con la petición de Citibanamex de ser incorporado a la lista de acreedores que recibirían algún pago como parte del concurso mercantil al que está sujeta Oceanografía.

La institución expresó ayer respeto por la decisión que tomó la primera sala de la SCJN en relación con dos recursos de reclamación interpuestos en el proceso de concurso mercantil y quiebra de Oceanografía, una empresa acusada por la institución financiera de obtener créditos de manera fraudulenta.

Es importante mencionar que existen todavía en curso múltiples procesos legales pendientes iniciados por las autoridades, terceros y/o por Citibanamex en relación o en contra de Oceanografía y de Amado Yáñez Osuna propietario de la misma, indicó la institución financiera.

La determinación de la Suprema Corte no guarda relación con el hecho de que Citibanamex sufrió un fraude y es independiente al juicio penal que se sigue actualmente contra Yáñez Osuna, añadió el banco.

Citibanamex confió en que se aplicará la ley correctamente para la resolución de cualquier cuestión legal relacionada con este caso, que se hizo público en febrero de 2014.

El 28 de febrero de 2014, y con base en una denuncia presentada por Citibanamex, la Procuraduría General de la República inició una investigación sobre desvío de recursos y fraude por más de 585 millones de dólares en contra de los directivos de Oceanografía. Esa empresa recibió préstamos que supuestamente estaban garantizados con facturas por cobrar a Petróleos Mexicanos (Pemex), aunque luego se demostró que esas operaciones eran simuladas.

El fraude fue descubierto una vez que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó, el 11 de febrero de 2014 a Oceanografía para realizar contratos con el gobierno federal.

Una vez conocida la inhabilitación de la empresa, que se dedicaba casi en exclusiva a proveer de servicios de transporte marítimo a Pemex, Banamex revisó de forma detallada el financiamiento otorgado a esa compañía y del programa de cuentas por cobrar durante los años recientes.

La investigación realizada por Citibanamex y Pemex llegó a la conclusión de que sólo 185 millones de dólares, de 585 millones, estaban debidamente sustentados.