Viernes 17 de agosto de 2018, p. 37
Sacerdotes católicos de Pensilvania emplearon rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno para tocar, abusar y violar a menores, según un reporte de un jurado investigador, una conducta que el principal fiscal del estado calificó de armamentización de la fe
.
Los sacerdotes pedófilos
emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarlos, según detalló un informe de 884 páginas sobre la investigación estatal.
Un cura ató a una de sus víctimas con cuerda dentro un confesionario en una posición de oración
, escribió el jurado investigador. Cuando el menor se negó a mantener relaciones sexuales, el enojado sacerdote empleó un crucifijo de 18 centímetros para agredirlo sexualmente. Otra víctima contó cómo un religioso usó una cruz de metal para golpearlo.
En la rectoría de una parroquia, cuatro curas hicieron que un chico se desnudara y posara como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotos, apuntó el reporte.
Él afirmó que todos se reían y decían que las imágenes serían utilizadas como referencia para nuevas esculturas religiosas para las parroquias
. Dos de los curas implicados en esos hechos cumplieron más tarde penas de prisión por abusar sexualmente de dos monaguillos.
Otro sacerdote contó a un niño al que estaba acariciando que lo que hacía estaba bien porque él era un instrumento de Dios
.
Los curas también utilizaron el sacramento de confesión como una oportunidad para atacar a menores.
La investigación en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania (Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton) es la más amplia realizada sobre abusos de sacerdotes católicos en Estados Unidos, según los defensores de las víctimas.
El martes, el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, presentó el informe sobre los abusos y denunció un encubrimiento sistemático
por parte de la jerarquía eclesiástica.
Como resultado de una investigación de dos años, las autoridades judiciales estadunidenses revelaron que los abusos fueron cometidos durante 70 años.
Las nuevas revelaciones de violación de menores de edad por parte de sacerdotes en Pensilvania son una catástrofe moral que coloca a la Iglesia católica frente a una crisis espiritual que requiere cambios prácticos, reconoció la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
Esta es una catástrofe moral
, consideró el presidente de la USCCB, cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston.
Dijo que a raíz de escándalos recientes como el que involucra al ex cardenal de Washington Theodore McCarrick, la conferencia trabaja en el desarrollo de un plan de acción que será presentado en Baltimore en noviem-bre próximo.
El escándalo es un nuevo desafío de transparencia para el papa Francisco, que ya lidia con crisis similares en otros países. Es doloroso para quien sea que lo lea, en particular para los sobrevivientes a los abusos sexuales y para sus familias
, indicó Vatican News, el sitio web oficial de noticias de la Santa Sede, sobre el informe de un gran jurado.