El feminicidio de la estudiante universitaria Verónica Guadalupe Benítez Vega –ocurrido en julio de 2017 en el estado de México– habría sido cometido por su esposo, de acuerdo con una nueva serie de peritajes realizados en el caso (los cuales se suman a pruebas anteriores que van en el mismo sentido) y a testimonios de policías, indicaron los familiares y abogados de la joven asesinada.

Juanita Vega, hermana de Guadalupe, y el abogado Víctor Caballero, explicaron que el pasado 15 de agosto se realizó la quinta audiencia sobre el caso, en que se presentaron los resultados de un estudio de mecánica de hechos el cual confirma que las lesiones en el cuerpo de la víctima habrían sido provocadas por el esposo.

De igual manera, se dieron a conocer estudios químicos que concluyen que en el cuerpo de Guadalupe Benítez se encontraron restos de semen pertenecientes al acusado, lo cual hace suponer que podría haber habido una agresión sexual contra la joven en días anteriores a su muerte, tomando en cuenta que hay elementos para señalar que había un clima previo de violencia intrafamiliar.

Otro elemento más, presentado en la citada audiencia, fue el testimonio de un agente de la policía municipal de Nicolás Romero, estado de México (donde ocurrió el feminicidio). El uniformado señaló que el esposo de Benítez Vega, al momento de ser detenido, estaba muy nervioso, incurría en contradicciones y fingía llorar, pero sin hacerlo realmente.

Los resultados de dichos peritajes se suman a los de otros tres presentados el primero de agosto, los cuales indicaron que el acusado se autoinfligió diversas heridas para dar verosimilitud a la coartada de que una tercera persona los había atacado a él y a su esposa, y que los restos de piel encontrados bajo las uñas de la joven asesinada eran de su pareja, lo cual sugiere que se defendió de él.

Como se recordará, Benítez Vega –alumna de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México—fue asesinada el 6 de julio de 2017 en la comunidad de San José El Vidrio, en un crimen por el que se acusó al esposo y la suegra de la joven, pero que aún no tiene una sentencia definitiva.

Víctor Caballero y Juanita Benítez recalcaron la importancia de que se compruebe la existencia de un feminicidio, no sólo para que la víctima y su familia tengan acceso a la verdad y la justicia, sino para que dejen de ocurrir estos delitos y la ley deje de ser letra muerta.