Lunes 20 de agosto de 2018, p. 8
A partir del triunfo ciudadano en las pasadas elecciones presidenciales, debemos poner en el centro de la discusión nacional a figuras como Emiliano Zapata, Francisco Villa, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Ricardo Flores Magón, según el historiador Pedro Salmerón.
Pero no tanto como personajes, sino por lo que cada uno represen-ta
, resaltó ayer el especialista al presentar la antología Villa y Zapata, uno de los cinco títulos obsequiados por la Brigada para Leer en Libertad en la octava Feria del Libro de la Alameda Central.
Ahora que llevamos a un grupo al poder y que, por lo tanto, formamos parte de ese poder, tenemos que empujarlo y exigirle. Somos responsables de lo que pase a partir del primero de diciembre
, agregó.
Salmerón explicó que el Caudillo del Sur no le interesa tanto per se, sino en función de dirigente, vocero y representante del movimiento y la revolución agrarios, y Juárez por la construcción de la soberanía.
Poner en el centro eso es hacerlo con otros aspectos esenciales. En este país el campo está devastado y si vamos a adueñarnos de Zapata, desde un gobierno que se supone nos va a representar, es poner también en el centro el rescate del campo, la destrucción del latifundismo, la reconstitución de los ejidos, la reposición del crédito ejidal, la defensa de la soberanía alimentaria. No hacerlo, no es poner en el centro a Zapata y nada más estamos hablando igual que los priístas
.
Acompañado por José Narro Céspedes, líder de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Pedro Salmerón se congratuló porque se sigue estudiando, platicando y discutiendo de historia en un país de caras distintas y en el que, aseguró, la población comienza a pensar el presente con otra mirada.
Reconoció la importante labor de la Brigada para Leer en Libertad AC, organizadora de la Feria del Libro de la Alameda, como instancia promotora de la transformación social que experimenta ahora México, al llevar la cultura, la lectura y los libros a la calles y las plazas.
El historiador mencionó la reciente aparición del libro Tierra y libertad, breve historia del zapatismo, realizado por él en coautoría con Felipe Ávila, en el que se expone cómo el gobierno posrevolucionario y el PRI se adueñaron de la figura del Atila del Sur y lo convirtieron en legitimador del régimen.
Dicho texto explica el sinsentido,la esquiozofrenia de que un régimen profundamente antipopular y anticampesino como el del PRI, utilizara política e ideológicamente a un revolucionario como Zapata
, dijo.
Y luego nos muestra cómo a fines de los años 60 y los 70 del siglo pasado el movimiento popular empieza a reivindicar al verdadero Zapata, al hombre radical, revolucionario, el que plantea transformar las estructuras no sólo políticas, sino también sociales y económicas de la nación. Es decir, el revolucionario.
Fue así, subrayó, como los movimientos campesinos, sociales, obreros y de trabajadores quitaron al régimen neoliberal la imagen de ese héroe y lo erigieron en bandera de las transformaciones revolucionaria y del campo mexicanos
.
Lo mismo pasó cuando historiadores, entre los que se encuentran Friedrich Katz, Arnaldo Córdova, Adolfo Gilly y Paco Ignacio Taibo II, comenzaron a estudiarlo en su verdadera dimensión.