Estambul

Turquía presentó un reclamo contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) después de que Washington impuso aranceles adicionales a las importaciones de acero y aluminio turcas de 20 y 50 por ciento, respectivamente, informó ayer el organismo en un comunicado.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó hacer concesiones a Turquía para obtener la libertad de un pastor detenido. Agregó que no está preocupado porque los impuestos que impuso tengan un efecto dominó y dañen la economía europea.

Turquía ha pedido a la OMC consultas por una disputa con Estados Unidos respecto de aranceles adicionales a importaciones de productos de acero y aluminio, afirmó la OMC.

En virtud de las consultas por disputas, ambas partes tienen 60 días para buscar una solución y luego la pugna puede pasar al Órgano de Resolución de Disputas de la OMC.

En un discurso televisado, el presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que un ataque contra la economía de Turquía era equivalente a una embestida contra su bandera o contra la llamada a la oración en el islam.

El ataque contra nuestra economía no se diferencia absolutamente en nada de los ataques a nuestra llamada a la oración y nuestra bandera. El objetivo es el mismo. El propósito es poner de rodillas a Turquía y al pueblo turco para tomarlo como rehén, señaló Erdogan.

Trump, quien habló con Reuters en una entrevista en el Salón Oval, dijo que pensaba que tenía un trato con el presidente turco cuando ayudó a persuadir a Israel para que liberara a un ciudadano de Turquía detenido. Sostuvo que pensó que Tayyip Erdogan liberaría posteriormente al pastor Andrew Brunson.

Creo que lo que está haciendo Turquía es muy triste. Está cometiendo un terrible error. No habrá concesiones, enfatizó.

Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio turcas en respuesta a la negativa de Erdogan de liberar a Brunson, lo cual generó preocupaciones sobre un daño económico a Europa. No estoy preocupado. Esto es lo correcto, declaró.

Por la madrugada, la embajada de Estados Unidos en Ankara fue objeto de un ataque armado, el cual fue calificado por las autoridades locales de clara provocación.