En un hospital siquiátrico se inicia la historia de Ana, una pequeña que llega con sus padres a esas tétricas instalaciones, donde apenas se aloja con su mamá, comienza a conocer a los fantásticos seres que desvirtúan la imaginación y desatan la locura entre los pacientes.

El anterior es el contexto de la película de animación Ana y Bruno, de Carlos Carrera, que se estrenará el 31 de agosto en mil salas del país, la cual completó su círculo luego de más de 10 años.

La cinta provoca expectación por los diversos mensajes, temas y emociones que nutren la trama y a cada personaje, como los referentes a la muerte, la locura, las adicciones, el duelo, el dolor, el abandono o el desamor.

Acerca de su primer trabajo clasificación A, Carrera expresó: La historia me gustó mucho desde el principio porque reunía todo con lo que me gusta trabajar: había locos, seres imaginarios que podían ser de cualquier forma y era una historia familiar y había lazos humanos muy fuertes. Después agregué otros elementos, como los temas relacionados con el amor y subtramas muy simpáticas.

Con esta luminosa película, expresó el director, quise manejar el tema de la salud mental de manera sencilla; en tanto, la animación permite hacer visible la imaginación

Agregó: “Las películas sirven dependiendo de quién las vea y pueden generar un proceso interno en cada espectador. A lo largo de mi trayectoria me han contado que mis cintas –y la de otros realizadores o del cine en general– han transformado la experiencia, la vida y ayudado a tomar decisiones” a algunas personas.

Con este largometraje no sé que vaya a pasar, pero mi intención es plantear el asunto, contar una historia fantástica, de amor familiar y de amistad.

Basada en la novela Ana, de Daniel Emil, la película de Carrera tuvo un presupuesto de 104 millones de pesos, aunque no se compara con las producciones y animaciones que se realizan en el resto del mundo. Espero que si existen más trabajos grandes en este género, también se empiece a arriesgar en forma y contenido para encontrar un sello de calidad en México.

En el largometraje aparecen los padres de la pequeña; el verde y orejón ser imaginario Bruno; además de Rosi, la elefanta rosa y coqueta, cuya voz hace Regina Orozco. Daniel Carrera, hijo del cineasta, también puso su acento en el pequeño amigo huérfano de la protagonista. Además, Marina de Tavira dio vida al personaje animado de Carmen y Galia Mayer puso su voz a la pequeña Ana.

Carlos Carrera, quien entre otras ha dirigido La mujer de Benjamín y El crimen del padre Amaro, adelantó que prepara otros proyectos de animación, series de televisión y guiones, aunque, sin duda, a mí me gustan las películas complicadas para producir.

El cineasta fue ganador en 1994 de la Palma de Oro en el Festival de Cannes por su cortometraje de animación El héroe.

Ana y Bruno, que será distribuida alrededor del mundo, ya fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy y ha obtenido diversos reconocimientos.