Familiares y amigos dieron el último adiós al periodista, escritor, crítico, ensayista y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Huberto Batis Martínez, quien falleció el miércoles a los 83 años de edad, en su casa de la Ciudad de México.

El cuerpo del escritor, quien formó parte de la generación del 32 o de la Casa del Lago, integrada por Juan Vicente Melo, Inés Arredondo, Julieta Campos y Tomás Segovia, entre otros, fue velado y cremado en la funeraria J. García López del Pedregal. Las cenizas permanecerán con la familia, informó Jacinta Patricia González Rodríguez, viuda del maestro Batis.

Explicó que el escritor permaneció hospitalizado ‘‘18 días a causa de una baja de oxígeno porque tenía Párkinson e hipertensión pulmonar, circunstancia que se agudizó. Siempre fue muy fuerte ante la enfermedad. Nunca perdió la actitud de lucha”.

González Rodríguez dijo que es importante conocer la obra del catedrático de la UNAM, porque además de periodista y editor, ‘‘fue un gran escritor sobre temas muy complejos que en México no se conocen bien, por ejemplo, toda la parte teórica que escribió sobre el erotismo”.

La compañera de Batis durante más de 30 años dijo que una parte de los archivos del suplemento Sábado del diario Unomásuno ‘‘se perdieron cuando hubo la huelga y lo tomó a su cargo el nuevo dueño, y no se pudieron rescatar. Él se llevó algunos archivos, pero no la totalidad y era un obra muy vasta la que él recabó y realizó durante muchos años”.

En la funeraria el escritor Gonzalo Celorio apuntó que ‘‘la palabra maestro es la que mejor describe la personalidad de Huberto Batis. Fue siempre un maestro vehemente e impulsor de distintas generaciones. No era un maestro fácil, era enérgico, pero tuvo gran influencia sobre muchas personas. Le tengo particular agradecimiento porque también fue un gran editor. Conmigo fue muy generoso porque me publicó lo que le envíe. Es un hombre muy importante para el conocimiento de la literatura y docencia mexicana y un gran estímulo para muchos creadores”.

Hombre generoso y muy temperamental

El ilustrador Héctor de la Garza, Eko, recordó que con Batis inició su carrera. ‘‘Todo lo que soy hoy se lo debo a Huberto. Hoy que estamos tan saturados de pornografía por Internet, no hay un equivalente a lo que él hizo sobre el erotismo en medios institucionales. Como editor pudo contener a los espíritus más anárquicos y autodestructivos. Era un hombre generoso y la marca que dejó en todos es que tenía una personalidad muy temperamental”.

Respecto de los libros del maestro en lengua y literatura española por la UNAM, la editora Catalina Miranda dijo que está pendiente publicar la edición facsimilar de la revista Cuadernos del Viento y mencionó títulos del autor, como Huberto Batis 25 años en el suplemento Sábado, La flecha en el arco, La flecha en el aire, La flecha en el blanco y La flecha extraviada, que son textos de reseñas.

En las redes sociales, las condolencias y mensajes comenzaron a circular desde la noche del miércoles. La titular de la Secretaría de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, escribió en su cuenta de Twitter: ‘‘Huberto Batis, escritor, periodista, académico, pilar del periodismo cultural. Su enorme contribución a la cultura mexicana de las últimas décadas del S. XX es un importante legado”.

Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la Ciudad de México, apuntó en su cuenta de Twitter: ‘‘Se ha ido un gran referente del periodismo cultural, quien a través del suplemento Sábado reveló, sin ataduras, a una generación prodigiosa de creadores”.

La máxima casa de estudios, en Twitter, describió a Batis como un ‘‘incansable promotor del periodismo cultural y miembro de la llamada generación de medio siglo”.

Batis nació el 29 de diciembre de 1934. En 1960 inició su carrera periodística con Cuadernos del Viento, que codirigió hasta 1967 con Carlos Valdés y como integrante de la redacción de la Revista Mexicana de Literatura (1960-1965), cuando la dirección estaba a cargo de su amigo Juan García Ponce.

Batis trabajó también en El Heraldo Cultural, la Revista de Bellas Artes, fue director del suplemento cultural Sábado, del Unomásuno; en el suplemento Confabulario, del periódico El Universal, publicó de noviembre de 2015 hasta abril de 2018 la columna Memorias de un editor.