Anitta, ejemplo del auge de esa música, que se toca en las fiestas de barrio de todas las urbes
Lunes 27 de agosto de 2018, p. a10
Río de Janeiro. El mercado brasileño siempre fue muy esquivo para la música en español, y debido a la barrera idiomática se suele decir que en lo referido a ritmos y acordes el país de la samba y el carnaval le da la espalda a las novedades del resto de América Latina.
En ese panorama complejo y en un país conocido por su musicalidad y por la enorme variedad de estilos propios, el reguetón consiguió lo que muchos otros géneros nunca habían logrado: hacerse un lugar, romper la barrera del portugués y, así, convertirse en el nuevo rítmo que hace bailar a Brasil.
Una de las razones por las que el reguetón ingresó triunfalmente en Brasil tiene que ver con el amor por el baile que profesan los locales. Incluso, tanto con el funk como con otras danzas, los pasitos y coreografías del ritmo latino pueden adaptarse perfectamente a los ya existentes en Río, Sao Paulo o Bahía.
Ingresó por la puerta grande
Anitta, considerada la primera popstar brasileña, es un gran ejemplo de hasta qué punto el reguetón ingresó al gigante sudamericano por la puerta grande.
En 2016, la cantante nacida en Río de Janeiro incursionó por primera vez en el español, con Sim ou não (Sí o no), que grabó junto al colombiano Maluma, uno de los más comerciales en el género.
Debido al éxito de la canción, Anitta continuó grabando en español. Al año siguiente, lanzó Paradinha (Paradita) y Downtown, en compañía de J Balvin, otro de los exponentes del género en auge.
Este año, sin embargo, la estrella pop brasileña fue todavía más lejos. En Machika compartió video de nuevo con J Balvin y con Jeon y luego llegó Medicina, la canción con la que Anitta definitivamente mostró su lado más reguetonero.
Sin embargo, en la explosión reguetonera de Brasil, no sólo se trata de Anitta. Gracias a la cercanía que varios géneros musicales locales poseen con el ritmo latino, otros artistas aprovechan para expandir mercados y conquistar nuevos públicos.
Uno de los casos más sonados
Uno de los casos más resonantes es el de Nego do Borel. El cantante nacido en Río es uno de los principales exponentes del funk, género nacido en las favelas de Río de Janeiro, con un ritmo parecido al reguetón, que es el más bailado en todo el país.
La canción Você partiu meu coração, que Nego do Borel canta junto a Wesley Safadão y Anitta, fue lanzada en 2017 en Brasil y unos meses después traducida y regrabada por Maluma.
Ludmilla, otra de las estrellas del funk brasileño, grabó en 2016 la muy difundida Otra vez junto a Zion & Lennox. Simone & Simaria, reconocido dueto de Salvador de Bahía, lanzó Loka, en clave reguetón, en 2017.
Incluso Luan Santana, exponente de la música romántica, se animó con Acordando o prédio (Despertando al condominio), cuyo video fue filmado en La Habana.
Thiago Iruray, profesor de zouk, ritmo derivado de la lambada, explicó: el reguetón se adapta perfectamente al modo de bailar del zouk. Por eso, en mis clases, generalmente practicamos este último mientras escuchamos el primero
.
Debido al éxito del reguetón y a los músicos famosos que eligen el ritmo, la industria local del entretenimiento también debió adaptarse a la novedad y ahora, en Brasil, las fiestas latinas
pasaron de ser una rareza a convertirse en moneda corriente en todas las ciudades.
Rafael Takano, DJ y productor de la fiesta ¡CalleBaile!, en Sao Paulo, afirmó: “comenzamos en marzo de 2017. A fines de 2016 percibí que crecía la tendencia con Maluma, J Balvin y otros artistas. Al mismo tiempo, el funk seguía siendo la música de mayor audiencia. La estructura percusiva de ambos ritmos, lo que llamamos la batida
, es muy parecida, y entonces fue muy fácil unir ambos géneros en un acto”.
Su parecido con el funk, el pase
“En Brasil el reguetón se ‘aprovechó’ de su parecido con el funk para pasar a ser parte tan rápido del gusto popular”, agregó.
Richar Torres López, organizador de conciertos en Río de Janeiro, contó que produce dos fiestas de música latina, una llamada La Gozadera y otra, Lapacito. La gran mayoría de las discotecas cariocas mezcla en sus altavoces funk con reguetón para atraer al público más joven.
Explicó: empecé haciendo fiestas de electrónica. Luego, en 2015, me cambié a la música latina porque veía que podía generar un buen mercado. Antes a nuestros actos iban muchos turistas, pero ahora se llena de brasileños
.
Además, agregó, el reguetón no tenía mucha fuerza en Río, pero poco a poco se empezó a meter. Ahora es diferente: todos siguen escuchando funk, pero al mismo tiempo muchas personas hasta pueden cantar en español
.