El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, afirmó ayer que en la construcción de una nueva terminal aérea para el valle de México se tomará la decisión menos mala, porque ante la falta de planeación se está ante la disyuntiva de continuar la obra en Texcoco o trasladar las operaciones a la base militar de Santa Lucía.

No vamos a inclinar la balanza; si tomo una postura, por lo que represento, voy a incidir. No debo hacerlo. Creo que tiene que ser una decisión no política, (sino) una decisión técnica, de todos los mexicanos, para que se tenga una respuesta lo mejor posible, declaró.

En un video de 15 minutos difundido ayer en sus redes sociales, y después de presentar los pros y contras de ambos proyectos, anticipó que la consulta de octubre puede hacerse con tres modalidades: instalar mesas en diversas plazas para recoger la opinión ciudadana, una encuesta con miles de cuestionarios o la combinación de esas dos.

Confirmó que los medios de comunicación aceptaron cooperar, andan en buen plan para difundir en sus espacios la información que permita ventilar el tema y debatir durante los próximos dos meses.

Entre todos podemos sacar una muy buena decisión. Vamos a que se informe, porque habrá participación. Todo mundo quiere ser consultado, porque ya no queremos imposiciones. El cambio es democracia participativa, no sólo representativa. No es que ya elegimos a los gobernantes y ellos decidan, no, dijo.

Insistió en que el resultado de la consulta sobre el aeropuerto será vinculatoria, y consideró que será el primer ejercicio democrático que vamos a ejecutar y tiene que ser exitoso.

En ese sentido convocó a la sociedad a participar en la consulta, a difundir la información en las benditas redes sociales, y afirmó que si bien hay ventajas de continuar la obra en Texcoco, se elevaría su costo hasta 300 mil millones de pesos, además de que presenta riesgos de hundimiento; es un suelo fangoso.

Un primer video se interrumpió cuando señaló que con la obra actual el lago Nabor Carrillo desaparecería. Mencionó a Nabor Cornelio, abogado defensor de campesinos e indígenas desde la Coordinadora Regional del Instituto Nacional Indigenista, en Tabasco, donde el ahora presidente electo trabajaba.

Nabor Cornelio fue asesinado el 26 de marzo de 1980, a cuatro días de la boda de López Obrador con Rocío Beltrán, y a quien el ahora presidente electo consideró su hermano y abogado insuperable. ¡Nabor Cornelio es mi amigo!, expresó en ese video que fue eliminado de sus redes sociales.

Más tarde, el equipo de comunicación difundió un segundo video donde López Obrador cuestionó que con el proyecto en marcha el lago tendrá que desecarse y se convertiría en una especie de alcantarilla, un drenaje para aguas negras. Además, se obligaría a las aves a migrar, indicó.

Añadió que se trata de una primera convocatoria a participar en la consulta. Es un asunto de interés nacional.