Los 14 gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) definieron ante Andrés Manuel López Obrador que el pacto federal no conoce de autoridades intermedias y que sus delegados en las entidades no pueden sustituir ni enfrentar a las autoridades democráticamente electas.

La relación será directa con el Presidente, indicaron en un texto leído en representación de los priístas por el guerrerense Héctor Astudillo, en la reunión del presidente electo con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), donde le preguntaron el alcance de la figura de delegados. En respuesta, explicaron gobernadores, López Obrador delimitó que no ejercerán presupuesto ni tareas de seguridad.

Quedó claro que el pacto federal nunca estuvo en riesgo. Los delegados estarán sujetos a una evaluación, que pasa por una buena relación con los gobernadores, dijo Alejandro Moreno Cárdenas, de Campeche. El compromiso que se hizo es que los delegados trabajarán con él para aterrizar los programas, pero en ningún momento estarán por encima de los gobernadores. Que no invaden atribuciones constitucionales, informó.

En entrevista ofrecida después del encuentro, de casi tres horas en el Colegio de Ingenieros Civiles, el gobernador priísta de Campeche dijo que el gobierno federal es libre de organizarse para el mejor desempeño de sus tareas, pero la relación será directa y permanente con el Ejecutivo y los titulares de las dependencias. Asimismo, en el documento los gobernadores priístas se asumieron defensores del federalismo republicano, entendido como la coordinación entre órdenes de gobierno en favor de la ciudadanía, en el contexto del respeto estricto a la soberanía estatal, como lo mandata la Constitución Política.

Señalaron que reconocen la necesidad de que funcionarios participen en labores de coordinación, pero sólo como coadyuvantes, porque tratar de sustituir o enfrentar a los gobernadores puede representar una parálisis o desaceleración de la administración pública federal en los estados de la República.

También delimitaron que serán una oposición constructiva, receptiva a los planteamientos del gobierno, pero propositiva respecto de los asuntos que consideramos prioritarios para nuestros estados y el país en su conjunto.

Luego de la reunión, el gobernador electo de Jalisco, Enrique Alfaro, uno de los que se opuso públicamente a la figura de delegados, refirió que con toda claridad se dijo que no asumirán facultades que ellos mismos se encargaron de difundir que tendrían. Eso me parece un avance.

Refirió que la respuesta de López Obrador fue que sólo se encargarán de los programas sociales y no como algunos quisieron hacer ver que abordarían temas de seguridad o a manejar presupuesto.

Dijo que durante la reunión se le propuso a López Obrador que los coordinadores sean de estados distintos, para evitar que hagan trabajo político. Expuso que el presidente electo se pronunció por recoger ideas y continuar el diálogo.

Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, acotó que en los estados no habrá figuras inconstitucionales, porque los mandatarios estatales tienen la representación popular.

–¿Los delegados estarán por encima de ustedes? –se le preguntó.

–De ninguna manera. Actualmente hay delegados federales, tienen sus funciones y los gobernadores tienen las propias.

El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, insistió en que la relación será con el Presidente y, en su caso, los integrantes de su gabinete.

El delegado es una figura de coordinación con la cual habrá que buscar tener un buen entendimiento, un buen diálogo y nada más.

Refirió que ha escuchado la versión de que el próximo gobierno sólo retirará a los actuales delegados federales, pero conservará la estructura. Si se queda con toda la burocracia, no se va a ahorrar mucho, abundó.