Opinión
Ver día anteriorViernes 31 de agosto de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Cuerpo, deseos e identidades
E

n una clase abierta del doctorado en estudios críticos de género Cuerpo, deseos e identidades celebrado en la Universidad Iberoamericana (Uia), participaron las doctoras Teresa Forcades i Vila y Gloria Prado. ‘‘La literata de la Ibero” presentó un espléndido trabajo muy a tono con los problemas que se viven en el mundo en relación con este tema.

Se pregunta Gloria Prado: ¿qué entendemos por cuerpo? ¿Esa materialización de la que habla Judith Butler (Cuerpos que importan, marcos de guerra, transexualidad)?

Tal vez ella misma ofrece una posible respuesta para abordar el aspecto de la materialidad de los cuerpos, y plantea varios puntos a tomar en cuenta.

‘‘1. La reconsideración de la materia de los cuerpos sea indisoluble de las normas reguladoras que gobierna su materialización y la significación de aquellos efectos materiales.”

En segundo lugar, se refiere a la performatividad como ese ‘‘poder reiterativo del discurso para producir fenómenos que regula e impone”.

‘‘La construcción del sexo como una norma cultural que gobierna la materialización de los cuerpos” en tercer lugar; en cuarto, una ‘‘reconcepción del proceso mediante el cual el sujeto ‘yo’ hablante se forma en virtud de pasar por ese proceso de asumir un sexo’’.

Y por último, ‘‘la vinculación de dicho proceso con la identificación y los medios discursivos que emplea el imperativo heterosexual para permitir ciertas identificaciones sexuadas y excluir y repudiar otras”.

De lo anterior se infiere que aquellos sujetos que no adopten las normas vigentes, la discursividad patriarcal heterosexual (¿el papa Francisco?) y no se ciñan a la concepción del sexo como una construcción ideal que se materializa a partir de tales prácticas reguladoras y la reiteración forzada de esas normas, será considerado abyecto, esto es, fuera de la ley, la norma y la aceptación social.

Declaraciones de Butler que suscitan una serie de protestas de algunas feministas que las impugnan argumentando: ‘‘Si todo es discurso, ¿qué pasa con el cuerpo? Si todo es un texto, ¿qué decir de la violencia y el daño corporal?”

Tomando en cuenta lo anterior, tenemos que distinguir, entonces, entre cuerpo, sexo, género, discurso y texto. Pero de qué manera hacerlo, si como hemos visto son partes de una misma corporeidad que llamamos cuerpo ya sea discursiva, carnal, sexual. Sin embargo, si intentáramos hacerlo, tendríamos que recurrir de nuevo a Butler.

Admitir el carácter innegable del ‘‘sexo’’ o su ‘‘materialidad’’ es siempre admitir cierta versión del ‘‘sexo’’, cierta formación de ‘‘materialidad’’ y admitir eso implica hacerlo con un discurso en el cual y a través del cual se hace esta concesión, lo que significa que no hay ninguna referencia a un cuerpo puro que no sea al mismo tiempo una formación adicional de ese cuerpo.

El cuerpo físico es a la vez la experiencia más íntima y nuestra forma física más inescapable. Por ser a la vez inalienablemente privado y tan ineluctablemente público, también se ha constituido en la mayoría de las culturas occidentales en el recurso político más básico.

Por tanto, se pregunta Gloria Prado:

¿Es la representación externa la materialidad visible, la carne, el cuerpo físico, capaz de ser desnudado en una imposibilidad de serlo totalmente debido a que es, el desnudamiento, una acción que continúa y no queda estática; es el cuerpo político, performativo o ejecutor acorde a las normas regulatorias dominantes y al discurso hegemónico; es el cuerpo sexuado para ser puesto en acción en la práctica hetero, homo, bi, inter, transexual, incluso los cuerpos resultantes de las intervenciones quirúrgicas con un propósito estético que son transformados mediante prótesis, restiramientos, disminución de tejidos y/o grasa, extensiones de cabello, tatuajes, piercings, hormona, el ejercicio obsesivo en el gimnasio y muchos otros más?

¿O bien, aquellos que son intervenidos con el objeto de extirpar partes enfermas (cáncer, otro tipo de tumores), amputaciones debidas a la diabetes, trasplantes de órganos, prótesis, reparación de partes por heridas, quemaduras y otros eventos que ocurren en el cuerpo?

Acciones todas realizadas en la ‘‘carne” o lo que consideramos como tal. Se contesta con brillantez Gloria Prado, una institución de las letras de la Uia.