Sociedad y Justicia
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Llama a modificar esquema

La obra de Atotonilco es una aberración, de acuerdo con experto
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▲ La planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco opera a 60 por ciento de su capacidad.Foto Conagua
 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de septiembre de 2018, p. 36

La opción de seguir drenando el agua del Valle de México, pese de la escasez del líquido, con obras como la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco, es una aberración y nunca debió hacerse. Podrían distribuirse plantas de saneamiento en la zona y recargar el acuífero, señaló Félix Hernández Gamundi, consultor.

Está bien el reúso del agua en los campos agrícolas de Tula, agregó, pero es a cuestas del acuífero del Valle de México, y se hace para posibilitar un trasvase: traes agua de Cutzamala (estado de México), que es la cuenca de Lerma Balsas, para abastecer del líquido al Valle de México, y las aguas residuales se llevan a la cuenca del Pánuco, sin ningún beneficio.

Esta megaplanta de tratamiento nunca debió hacerse; se debió instalar capacidad distribuida en el Valle de México para tratar las aguas en los puntos cercanos donde se genera el agua residual.

De esta forma se aprovecharían aquí las aguas residuales, ya que hay tecnología para limpiarla. A partir de este líquido se puede tener hasta agua destilada. Cuesta mucho, sí, pero es más caro remediar después los problemas que se generaron. Tendríamos que pensar en modificar la política de disposición de las aguas residuales, comenzando con separar las pluviales de las sanitarias, de suerte que pueda utilizar la lluvia.

Visto de esta manera, aseguró, carece de sentido una planta como la de Atotonilco, ya que se reduce el caudal a tratar. Antes que planear esa megaobra, debieron pensar qué tanto era posible hacer capacidad distribuida en la ciudad. Lo que se debe hacer es cambiar el paradigma del uso del agua.

En entrevista, Hernández Gamundi dijo que “hay que pensar en soluciones integrales.

Se debe que actuar sobre la demanda, no en la oferta, esto nunca se aplica. Tiene que ver con la definición de políticas públicas, educación y medidas administrativas de gestión del agua; las tres tienen que ser, no una sola.

Además, advirtió, Atotonilco es un problema, ya que junto con el Túnel Emisor Oriente –que lleva años de retraso en su construcción– desalojarán excedentes de agua, con problemas de escasez a largo plazo y de hundimientos, ocasionados por la sobrexplotación del acuífero.