El sábado inundó San Mateo Atenco
Hay más de 2 mil 800 personas afectadas; personal de salud visita mil 375 casas y aplica vacunas
Tras 60 horas, brigadas del Ejército y Obras del gobierno mexiquense reparan fractura
Martes 4 de septiembre de 2018, p. 26
San Mateo Atenco, Mex., La tarde de este lunes, luego de 60 horas ininterrumpidas de trabajo, brigadas del Ejército Mexicano y de la Secretaría de Obras del gobierno mexiquense lograron cerrar el bordo del río Lerma que se fracturó la madrugada del sábado, percance por el cual se inundaron alrededor de mil viviendas de la zona baja de esta localidad.
No obstante, la emergencia continuó ayer para cientos de familias que perdieron gran parte de sus pertenencias por los escurrimientos de aguas negras que conduce el río Lerma; incluso se sumaron unas cien viviendas más a las afectaciones, pues el agua llegó al barrio San Pedro, que hasta el domingo pasado se había salvado.
El gobierno del estado desplegó brigadas de salud para vacunar a la población que sufrió por las inundaciones del fin de semana en San Nicolás y San Lucas, principalmente, y repartió más de mil pares de botas de hule para no tener contacto con el agua que salió del Lerma. También se distribuyeron costales para colocarlos a la entrada de las casas y evitar que el agua se siga filtrando a las viviendas.
El río Lerma no sólo recibe las aguas negras de varios municipios del valle de Toluca, sino que también es receptor de desperdicios líquidos que clandestinamente vierten empresas instaladas en la zona industrial Toluca-Lerma.
Debido a las intensas lluvias de la semana anterior, el cuerpo de agua se encuentra a su máxima capacidad. En algunos puntos está a punto del desborde, por lo que también se elevaron los bordos con costaleras.
A causa de las capas de agua que superan 30 centímetros de altura en calles y viviendas, amas de casa sacaron agua pestilente de sus hogares usando cubetas. Algunos niños juegan en la zona anegada, inclusos descalzos.
Habilitan 4 albergues
Los gobiernos estatal y municipal habilitaron cuatro albergues en la cabecera de la demarcación para que los afectados se refugien ahí. Sólo dos han sido ocupados, y los dos restantes se encuentran semivacíos. La gente perjudicada por la inundación prefirió resguardarse con familiares que ir a los albergues, que sólo se llenan a la hora de la comida.
Autoridades municipales pidieron este lunes apoyo a los vecinos de San Mateo Atenco y de demarcaciones aledañas para ayudar a las más de 600 familias afectadas por la contingencia.
El presidente municipal de San Mateo Atenco, Julio César Serrano, pidió ayuda mediante sus cuentas de redes sociales para que se aporte agua embotellada, alimentos no perecederos, material de curación, productos de limpieza, botas y guantes.
De acuerdo con datos oficiales, hasta ayer por la mañana 600 casas seguían anegadas y había 2 mil 800 personas damnificadas, entre ellas 982 niños. Los lugareños aseguran que la cifra real es más elevada.
En un recorrido se observó a personal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal distribuyendo a la población cubrebocas y material de limpieza.
De su lado, el gobierno estatal dio a conocer en un comunicado que personal de Salud visitó mil 375 casas de la región perjudicada, donde otorgó 101 consultas médicas, distribuyó 3 mil 272 dosis de albendazol, aplicó 158 dosis de toxoide tetánico diftérico, repartió mil 379 sobres de suero oral, además impartió 2 mil 43 pláticas sobre lavado de manos, higiene de los alimentos y saneamiento básico en el hogar.
Apoyo de 200 policías
Los más de 200 policías estatales desplegados en la zona apoyaron al traslado de personas con unidades anfibias, camionetas y lanchas. También llevaron apoyos como cobijas y despensas.
Para cerrar el bordo que se fracturó la madrugada del sábado fue necesario colocar más de 20 mil costales, pues además se aprovechó para elevarlo un metro más y evitar que las lluvias que continúan en la zona causen nuevos estragos.
De acuerdo con directivos de la Comisión Nacional del Agua se requerirá laborar por 48 horas más para retirar el líquido sucio de calles y viviendas.