Miércoles 5 de septiembre de 2018, p. 25
Quito. Representantes de 13 países latinoamericanos firmaron este martes la Declaración de Quito, en la que solicitaron a estados donantes y organismos internacionales que incrementen la ayuda humanitaria para atender a los venezolanos que migraron de su país debido a la grave crisis económica.
El documento respaldado por Argentina, Brasil, Bolivia, Costa Rica, Colombia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, reconoció la importancia de la cooperación económica multinacional y apremió a que los recursos aportados se incrementen sustancialmente, de acuerdo con los requerimientos del volumen de personas que han emigrado de Venezuela a otros países de la región
.
En otro punto del texto, los gobiernos exhortaron a Caracas a expedir urgentemente pasaportes y los documentos necesarios para los ciudadanos que deseen abandonar el país.
También está previsto que el grupo realice una reunión de seguimiento, probablemente en la segunda semana de noviembre, para evaluar la situación de los migrantes.
En tanto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó la apertura de un puente aéreo para facilitar el regreso de los compatriotas que migraron recientemente ante el agravamiento de la crisis y el desabasto.
El gobernante ordenó el pasado lunes la activación del plan estatal Vuelta a la Patria que incluye vuelos para apoyar a todos los venezolanos que quieran regresar
. Este martes, unos 300 migrantes atendieron el llamado desde Lima y pidieron apoyo para retornar a Venezuela.
En este contexto, Caracas activará un nuevo sistema de cobro de gasolina, como parte de un programa piloto que regirá en algunas áreas fronterizas antes de un aumento en el precio del combustible, que actualmente es el más barato del mundo, pero que en breve se comercializará a precios internacionales, anunció el mandatario.
Para enfrentar la crisis, Maduro puso en marcha a partir de agosto un plan económico que incluyó la reconversión monetaria, un aumento de más de 3 mil por ciento al salario mínimo, un incremento al IVA y el ajuste de los precios de la gasolina, aunque varios analistas advierten que esto profundizará la paralización de la economía que alcanzó una inflación histórica de un millón por ciento.