Un grupo de 301 académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pidió una investigación para detectar quiénes son y qué intereses tienen los grupos porriles en la máxima casa de estudios, y reconoció que las acciones institucionales atienden las demandas de los estudiantes, pero convocaron a trabajar unidos y no caer en las trampas de quienes han generado violencia dentro de la universidad.

En un pronunciamiento conjunto firmado por John M. Ackerman, Elena Álvarez-Buyllá, Hugo Casanova, Miguel Concha Malo, Víctor Flores Olea, Carlos Martínez Assad, Sara Sefchovich, Irma Eréndira Sandoval, Ambrosio Velasco, Jorge Eduardo Navarrete y Enrique Dussel, entre otros académicos de este instituto educativo, reconocieron la movilización estudiantil del pasado miércoles como un acto que ratifica la conciencia crítica y capacidad de organización de los jóvenes.

Tras sumarse a los reclamos y considerar indignante e inaceptable el ataque porril, llamaron tanto a los alumnos como a las autoridades universitarias a sumar esfuerzos.

Pedimos a la comunidad que evitemos caer en la trampa de quienes quisieran utilizar la máxima casa de estudios con el fin de enturbiar el ambiente político en el contexto de la transición gubernamental actual.

Los académicos llamaron a que, en lugar de apostarle a los paros laborales, se busque la unidad para implementar acciones que erradiquen de raíz todo tipo de violencia en la vida universitaria.

Reconocieron que la respuesta de las autoridades universitarias no llegó con la prontitud que diversos sectores esperaban, pero, tras la expulsión de los alumnos responsables de la agresión, señalaron que dichas acciones atienden las justas demandas, ya que además se emitió un compromiso para deslindar responsabilidades.

Las autoridades universitarias han reconocido que el pliego petitorio de los alumnos del CCH Azcapotzalco es plenamente atendible y han establecido una comisión de seguimiento. Estas acciones son una manifestación clara de la disposición de la Rectoría para dar una salida institucional al conflicto y posibilitar la normalización de las actividades académicas de la universidad y el cumplimiento de su misión, indica el posicionamiento. 

No obstante, los académicos firmantes subrayaron que se requieren soluciones de fondo, y reprodujeron las palabras del rector, Enrique Graue Wiechers , en el sentido de que no basta con reprobar enérgicamente los hechos ocurridos, sino que es necesaria una acción definitiva que erradique para siempre estas oscuras y cobardes agresiones.