En diferentes operativos, elementos de la Secretaría de Marina detuvieron de manera arbitraria a 17 personas, a quienes posteriormente mantuvieron bajo retención ilegal y sometieron a tortura, documentó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Las agresiones se cometieron entre 2013 y 2017 en Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas, lo que muestra que se trata de una práctica constante de los marinos que violenta las garantías fundamentales. Aunado a ello, funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) dilataron u omitieron dar inicio a las indagatorias por tortura, vulnerando el derecho de acceso a la justicia de los agraviados.

Por ello, el organismo nacional emitió una recomendación por violaciones graves a los derechos humanos dirigida a los titulares de Marina y PGR, Vidal Francisco Soberón Sanz y Alberto Elías Beltrán, respectivamente, a fin de reparar el daño a las víctimas y sancionar a los responsables.

En respuesta, mandos de la Semar señalaron que aceptan la recomendación, a fin de que los hechos que en ella se mencionan sean investigados por las autoridades correspondientes y se sancione a quienes hubieran incurrido en actos que vulneren los derechos humanos de los ciudadanos. Aunque acotaron que esto no significa reconocer que sus elementos hayan cometido los actos señalados, por lo que apoyarán a las autoridades ministeriales en el esclarecimiento de cada uno de los hechos denunciados.

La recomendación es producto de 12 expedientes de investigación en que se documentaron las agresiones atribuibles a 32 elementos navales y a 17 agentes del Ministerio Público Federal (MPF).

Tras las indagatorias, la CNDH acreditó que luego de su detención, las víctimas fueron llevadas a instalaciones de la Semar, donde fueron agredidas y permanecieron retenidas de manera ilegal, para finalmente ser puestas a disposición del MPF e iniciar las averiguaciones previas correspondientes por la probable comisión de delitos del orden federal.

En primer término, la recomendación se dirige a la Marina, ya que los hechos se encuentran relacionados con una práctica constante en la que los elementos navales realizan detenciones de personas alegando supuestos casos de flagrancia o denuncias anónimas que derivan en actos violatorios de derechos humanos.

Los marinos, advirtió la CNDH, transgredieron las garantías a la libertad, integridad y seguridad jurídica y personal de cuatro mujeres y 13 hombres (11 sufrieron violencia sexual). A todos los amarraron de manos y/o pies; fueron golpeados; se les vendaron los ojos y sufrieron violencia sicológica, descargas eléctricas y tablazos en glúteos, espalda, piernas, espinillas y plantas de los pies, e intentos de asfixia.