Lunes 10 de septiembre de 2018, p. 29
Idlib. Rusia acusó este domingo a Estados Unidos de haber perpetrado bombardeos con fósforo blanco en el este de Siria, cuyo uso contra objetivos militares en medio de poblaciones civiles está prohibido por el derecho internacional humanitario.
Dos aviones estadunidenses F-15 bombardearon el sábado la localidad de Hajin, en la región de Deir Ezzor, utilizando munición incendiaria de fósforo. Estos ataques han provocado fuertes incendios y estamos investigando posibles muertes y lesiones
, denunció el general del ejército ruso Vladimir Savchenko.
En tanto, el gobierno del presidente sirio, Bashar al Asaad, respaldado por Rusia, reanudó este domingo los bombardeos en la provincia de Idlib, último bastión de los rebeldes en el noreste de Siria, donde murieron dos niños, informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización opositora al gobierno sirio, con sede en Londres.
Helicópteros de las fuerzas del régimen lanzaron más de 60 barriles de explosivos sobre la localidad de Hobeit, en el sur de la provincia de Idlib, matando al menos a dos niños e hiriendo a otras seis personas
, explicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, quien también reportó más de 10 ataques
contra las localidades de Latamneh y Kafr Zeita, en la provincia de Hama.
Se trató del segundo día de ataques aéreos y de infantería en Idlib, localidad limítrofe con Turquía, nación aliada de las milicias rebeldes sirias.
Rusia denunció que yihadistas del grupo Hayat Tahrir al Sham, de ex milicianos de la red Al Qaeda que controla 60 por ciento de Idlib, y de los cascos blancos, aliados de los opositores, y de militantes islamistas del Turkestán, se reunieron el viernes en Idlib para planear una provocación
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Este recrudecimiento de la violencia surge dos días después del fracaso de una cumbre tripartita celebrada en Teherán entre los presidentes de Rusia, Irán, y Turquía, en la que se decidiría el destino de este último bastión opositor al gobierno sirio, donde el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el gobierno sirio tiene derecho a tomar el control de su territorio nacional y debe hacerlo
, al tiempo que su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, abogó por un acuerdo de alto el fuego
en el área.
Irán, Rusia y Turquía no lograron superar sus diferencias, aunque acordaron seguir cooperando
en una solución diplomática para evitar más muertes de civiles en el conflicto en Siria, que comenzó en 2011, que ha dejado más de 350 mil muertos y obligó a millones de personas a dejar sus hogares.
Rusia interviene militarmente desde finales de 2015 en Siria en apoyo a las fuerzas de Al Assad, y fue acusada en marzo por el OSDH de utilizar ilegalmente bombas incendiarias en su ofensiva contra el bastión rebelde de Ghouta Oriental, en las inmediaciones de Damasco, pero Moscú calificó tal señalamiento de mentira desvergonzada
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