Martes 11 de septiembre de 2018, p. 6
Querétaro, Qro., Culminó el Hay Festival, que reunió a escritores, periodistas, músicos y científicos durante cuatro días de debates, pláticas y conciertos. Del 6 al 9 de septiembre, creadores de todo el mundo compartieron experiencias con el público local y muchos de otras ciudades para sumar 33 mil 100 asistentes, informó Cristina Fuentes La Roche, directora del encuentro.
Participaron, por mencionar algunos destacados, Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz 2003; la poeta y cantante Patti Smith; Venki Ramakrishnan, Premio Nobel de Química 2009, y las escritoras Vivian Gornick y Jeanette Winterson. Celso Piña y la Ronda Bogotá pusieron el concierto del sábado por la noche.
Uno de los momentos culminantes fue la presentación de la poeta y cantante Patti Smith, quien ofreció un concierto al aire libre y una plática con Diego Rabasa, editor de Sexto Piso.
La libertad de expresión fue uno de los ejes del festival, con debates entre periodistas. También el movimiento #MeToo fue discutido en mesas con escritoras.
Curiosamente, cuando a Patti Smith le preguntaron acerca de su experiencia como mujer en el mundo del rock (en una plática distinta a la del #MeToo), dijo que para ella nunca ha sido un tema, que no lo ha pensado en la lógica del género, sino del trabajo, de la música, sin que cruce el asunto de si lo hace un hombre o una mujer.
Desde una perspectiva distinta, durante otra plática, la periodista mexicana Alma Guillermoprieto instó a las mujeres a crear medios de comunicación y dirigirlos.
Hay múltiples verdades
, sostiene David Keenan
Dos o más personas nunca recordarán de la misma manera un mismo hecho. ‘‘Siempre hay múltiples verdades”, lanzó el escritor y músico escocés David Keenan. Esta es una de las premisas detrás de su novela Memorial Device, escrita en forma de entrevistas imaginarias a viejos integrantes de la escena pospunk de un pequeño y rudo pueblo escocés que sí existe, Airdrie.
‘‘Cuando el pospunk llegó a los pueblos, había una sensación de ‘cualquier cosa puede pasar’. ¿Cómo expresas eso?”, dijo Keenan, en conversación con Mariana H, conductora de radio y televisión.
Los personajes de Memorial Device, que ahora será serie de televisión, ‘‘miran hacia atrás, pero no con nostalgia, sino que se dan cuenta de que, wow, eso era importante. ¿Por qué no creí más? Pensamos que éramos una banda jodida, pero lo que hicimos fue impresionante, reinventamos el lugar”.
Lo cual lleva a Keenan a preguntarse si ‘‘es sólo cuando recuerdas que te das cuenta de lo que significó”. Como dice una canción de Prince, ‘‘el amor simplemente no es amor hasta que ya pasó”.
El autor creció en un hogar para menores. ‘‘Afortunadamente, fui adoptado por una familia maravillosa”. Pero no conocer una sola persona a la que se pareciera, no tener un ejemplo de lo que podía ser, le permitió la sensación de que ‘‘podía hacer lo que fuera”. Su padre adoptivo no sabía leer, pero insistió en que él sí lo hiciera. ‘‘Quise hacer un libro que tuviera la fuerza que mi padre pensaba que tenían, el poder de transformar la vida de alguien”.
Mientras escribía Memorial Device, ‘‘era como una posesión demoniaca, sentía que estaba poseído por los personajes”.
Añadió que él se cura con el arte. Lo vive uno en cada acto, en la forma en que caminas por la calle, en todo. ‘‘El arte no debería ser algo que sólo consumes”.
Y contó que estando en la Ciudad de México, salió a caminar e intencionalmente se perdió en el Centro y le pasó de todo. Luego se sentó en el balcón de un lugar donde vendían cervezas. Pasó horas mirando hacia la calle. ‘‘Me sentí tan inspirado”.