Las Vegas . La llegada del mexicano Saúl Canelo Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin al lobby del MGM Grand de Las Vegas sirvió como demostración de músculo, previo al combate que sostendrán el sábado en la Arena T-Mobile. Una pelea programada para mayo y postergada por el positivo que arrojó el pelirrojo en un control antidopaje y que le acarreó una suspensión por la Comisión de Nevada. Tras cumplir el castigo, la función se recorrió para esta fecha simbólica y ade-cuada en términos mercantiles: el 15 de septiembre.

Llegar a este momento significó un largo recorrido de negociaciones e intercambios de declaraciones que fueron subiendo de tono hasta convertirse en un duelo de insultos. No sólo entre entrenadores, José Chepo Reynoso con Canelo y Abel Sánchez con Golovkin. Los propios combatientes adelantaron su pleito con eventuales bravuconadas.

Ese ambiente generó grandes expectativas y la llegada oficial ayer en Las Vegas fue un adelanto de lo que se verá la noche del sábado. Canelo demostró que en esta pelea llega como local y los aficionados que acudieron, la mayoría mexicanos o descendientes, entonaron México lindo y querido y gritaron el apodo de Saúl para demostrarle al pelirrojo que lo extrañaban.

Álvarez se veía entusiasta, dijo que después de tantos meses de esperara está impaciente por volver a pelear. La última vez que lo hizo fue justamente hace un año, el 16 de septiembre de 2017, contra el mismo Golovkin.

Esta rivalidad ha dado un giro radical, dijo el Canelo, por todo lo que ha pasado y eso se va a notar en la pelea. Estoy muy emocionado e impaciente porque ya sea sábado para demostrarle al mundo quién es el mejor.

Mientras la gente lo coreaba, Canelo se veía que de nuevo estaba en su elemento natural de estrella del boxeo. Insistió en su motivación de regresar al cuadrilátero y agradeció a la gente que llegó a apoyarlo.

Debo noquear para que no queden dudas, voy a salir desde el primer episodio para encontrarlo, dijo el pelirrojo; en el boxeo es muy difícil predecir el nocaut, pero voy a trabajarlo desde el inicio; lo que quiero es llenar de pasión al público, que salga emocionado por una gran pelea.

El tapatío declaró a la prensa tras la presentación que el responsable de los ataques verbales en su contra era el entrenador del kazajo, Abel Sánchez. Son palabras de Abel, creo que Golovkin no tiene los huevos para decirlo o pensarlo, lo que dice es por Abel, dijo Canelo Álvarez; ya no sé ni de qué reírme de todo lo que han dicho.

Sobre que no pensaba pelear para taparle la boca a nadie, pues sabe que siempre ha tenido detractores y que lo único que quiere es aprovechar la motivación con la que llega.

Yo deseo seguir con mi carrera, dijo despreocupado; quiero callar a algunos, pero no mencionaré sus nombres, de cualquier manera seguirán hablando y ponien-do pretextos a lo que yo haga. Lo que quiero es que después de esta pelea empiece una nueva etapa en mi carrera.

Gennady Golovkin mantuvo su estilo público, ese que habla poco y tiene una permanente sonrisa en el rostro. Enfundado en un traje deportivo negro, gorra al mejor estilo angelino, parecía el mismo deportista inalterable. Aunque hace poco amenazó con castigar a Canelo porque lo consideraba un deportista que había hecho algunas cosas malas.

A pesar de lo parco, el kazajo atizó con lo suyo y advirtió que esta vez la historia será distinta.

“Espero que Canelo venga preparado para darle a los fans una gran pelea. Esta es una semana importante para México y para el deporte en general”, dijo el kazajo.

Mientras se calienta la pelea, el promotor del Saúl, el ex boxeador de origen mexicano, Óscar de la Hoya, dijo que se planteaba muy, muy en serio presentarse a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020.

Lo estoy pensando muy, muy en serio. Realmente quiero perseguirlo. Obviamente hay muchos motivos para ello. Ahora estoy juntando un equipo para explorar (esta posibilidad), ver si tiene sentido pero desde hace años, desde que empecé mi carrera como profesional, millones de personas me han dicho: '¿Por qué no te presentas a las elecciones? ¿Por qué no te levantas y alzas la voz?' Y obviamente la voz más alta es la del presidente, señaló el ex púgil.