Elche. España. ¡Luis Enrique, Luis Enrique! La hinchada española gritó el nombre de su nuevo seleccionador tras la goliza de 6-0 que España asestó ayer a Croacia, subcampeón mundial. Luis Enrique es el técnico que en dos partidos regeneró la ilusión perdida entre su afición tras el fracaso en la Copa de Rusia 2018.

España suma dos triunfos en la Liga de Naciones para liderar el Grupo 4 de la serie A de esta nueva competición. Saúl Ñíguez abrió el marcador de cabeza (24); Marco Asensio marcó el 2-0 de potente disparo (33) y el portero croata Lovre Kalinic hizo autogol (35). Rodrigo realizó el 4-0 (49), Sergio Ramos el 5-0 de cabeza (57) y Francisco Alarcón rubricó el 6-0 definitivo (70).

Fue un recital el que brindó La Roja en el estadio Martínez Valero apenas tres días después de su triunfo 2-1 en Wembley ante Inglaterra.

De pronto, la afición española recuperó la fe. Hemos anulado a una selección que tiene a Modric y Rakitic, lo que no es fácil. Ha salido todo redondo. He sido afortunado, y me quedo sorprendido. Lo agradezco mucho, pero son los jugadores lo que hacen lo difícil. Prefiero que animen a ellos aunque agradezco el cariño, declaró Luis Enrique tras el encuentro.

El director técnico se metió en el bolsillo a la hinchada y a sus críticos. Primero, con su actitud, infinitamente más comedida y cor-dial a la mostrada por ejemplo en Barcelona, donde cada rueda de prensa era una batalla. Y segundo, lo más importante, por sus decisiones futbolísticas.

Si España ofreció el sábado en Inglaterra un interesante esbozo de lo que puede llegar a ser, ante Croacia fue toda una síntesis: mezcla de juego largo y corto, efectividad, puñales en la media punta, presión coordinada, ambición y futbol. Sólo de esta manera se le hacen seis goles a Croacia.

Simplemente no creamos peligro, tras el segundo gol, el partido se acabó para nosotros, dijo el seleccionador croata, Zlatko Dalic, después del encuentro.

En otros resultados de este certamen: Islandia cayó 0-3 ante Bélgica; Bosnia Herzegovina 1-0 Austria; Finlandia 1-0 Estonia; Hungría 2-1 Grecia; Moldavia 0-0 Bielorrusia, y San Marino 0-3 Luxemburgo.