Cómo hacer teatral un personaje que ya lo es. Ésta fue una de las primeras preguntas que se hizo el actor mexicano Gerardo Trejoluna Herrejón cuando los responsables de la compañía independiente Conjuro Teatro le propusieron interpretar el papel del músico cubano Dámaso Pérez Prado (1917-1989) en Yo soy el Rey del mambo, del dramaturgo isleño Ulises Rodríguez Febles.

La obra fue estrenada en Matanzas, Cuba, en diciembre de 2017, con motivo del centenario natal del compositor matancero. Desde entonces ha dado alrededor de 30 funciones, la mayoría en México. Las últimas dos serán los días 13 y 14 del presente en el teatro del Parque Interlomas.

Trejoluna afirmó: empecé a empaparme de la sensación de su ser al leer entrevistas realizadas al creador del mambo, así como sus anécdotas, verlo dirigir su orquesta en videos y escucharlo hablar. También contó con el libro que editó Rodríguez Febles en que recogió los testimonios de personas que conocieron a don Dámaso.

Fue una sensación que salió sin que interviniera la razón, que el actor trató de no controlar, porque “Pérez Prado fue un ser libre, creativo, que hizo lo que quiso con su música y su vida. Poco a poco fueron apareciendo cosas que se quedaron. Ya prácticamente en las funciones me di cuenta de que me había ido por un tono de carpa. Improviso mucho. Suceden cosas con las personas o en el propio trabajo, las integro, duermo con ellas. Me doy cuenta de que actúo un poco en el tono de carpa de la época con (Mario Moreno) Cantinflas y (José Antonio Espino) Clavillazo. Con muchas personas que trabajaban con estructuras, sin embargo, improvisaban respecto de lo que sucedía en el momento”.

De este modo el actor, nativo de Acámbaro, Guanajuato, construyó su personaje de Dámaso Pérez Prado, siempre consciente de no hacer una imitación, sino tratar de evocar una presencia que mientras más la estudio, más me identifico con ella en su ser creativo. También me considero bastante irrespetuoso de las normas y las maneras codificadas de hacer las cosas en mi trabajo. En ese sentido coincidimos muy bien en el tiempo el músico cubano y yo.

Personalidad compleja

–¿Qué le dejó el personaje?

–Percibí una personalidad muy compleja en el sentido de que tiene una vida interna atormentada de alguna manera. Son personajes solitarios que se sienten un poco incomprendidos. Al mismo tiempo están rodeados, perseguidos y asediados. Entonces tienen que crear una especie de máscara con la que representan la parte que el mundo exterior les solicita, que es lo que los mantiene finalmente conectados con el sentido de su quehacer.

El show y la imagen de la alegría contra un ser en soledad, lleno de personajes internos que se contradicen todo el tiempo. Eso quisimos representar en la parte final de la obra cuando un músico llegado de Cuba lo acusa de no inventar el mambo. Ese cuestionamiento lo acompañó toda su vida y debe haber sido un tormento tremendo. Es allí donde, a mi modo de ver, pude sostener el personaje y hacerlo ver más extrovertido y menos trágico.

El teatro del Parque Interlomas se ubica en avenida Jesús del Monte 41, colonia Jesús del Monte, estado de México. Las funciones serán a las 20:30 horas.