Diez cárteles disputan la zona
De diciembre de 2012 a la fecha las fuerzas federales destruyeron 954,615 plantíos // En el mercado negro los criminales habrían obtenido casi 10 mil mmd
Miércoles 12 de septiembre de 2018, p. 4
La demanda de opioides en Estados Unidos mantiene la disputa por el control de los cultivos de amapola en el estado de Guerrero, el mayor productor de esa planta en el país y de la mejor calidad que se puede obtener, incluso por encima de la que cultivan en el Triángulo Dorado, formado por Sinaloa, Durango y Chihuahua.
En el sexenio que está por concluir, las acciones coordinadas entre la Procuraduría General de la República (PGR), las secretarías de la Defensa Nacional, y de Marina, así como la Comisión Nacional de Seguridad muestran lo que significa el negocio de la amapola en México para los cárteles.
De diciembre de 2012 a junio del año en curso, destruyeron 954 mil 615 plantíos que ocupaban una extensión de 132 mil 524 hectáreas en distintos puntos del país; con esa producción habrían obtenido 21 mil 963 millones de dosis. En caso de que llegaran al mercado negro, las organizaciones criminales habrían obtenido ganancias hasta de 10 mil millones de dólares.
Información de los gobiernos federal y estatal, obtenidos mediante trabajos de campo, señala que existen por lo menos 10 grupos criminales que pretenden tener control de los sembradíos de amapola en Guerrero, de los cuales se obtiene la goma de opio para la elaboración de drogas como la heroína.
La violencia en la entidad es generada por los cárteles Guerreros Unidos, Los Rojos, Los Tequileros, Los Ardillos, Los Granados, del Sur, La Familia Michoacana, Los Jefes, La Barredora y Jalisco Nueva Generación.
Una de las organizaciones más violentas en la región de Tierra Caliente es la que dirige Johnny Hurtado Olascoaga, El Fish, quien, con lo que queda de La Familia Michoacana ha hecho una alianza con el grupo de Nemesio Oseguera, El Mencho.
Con ello, El Fish –por quien la PGR ofrece una recompensa de hasta 3 millones de pesos– controla los municipios de Arcelia, San Miguel Totolapan, Apaxtla, Teloloapan y Ciudad Altamirano, en Guerrero.
Reportes de inteligencia de la Policía Federal ubican el municipio de Pungarabato como centro de operaciones de Johnny Hurtado, donde a principios de 2016 iban a llegar dos miras telescópicas de alta precisión provenientes de Alemania, las cuales fueron decomisadas en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
Los Rojos, una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva que lidera Santiago Mazari, El Carrete, es otro de los grupos con mayor fuerza en la zona. Su principal actividad es el tráfico de heroína a Estados Unidos.
A este grupo se le identifica en por lo menos 11 municipios de Guerrero: Chilpancingo, General Heliodoro Castillo, Chilapa de Álvarez, Zitlala, Carrizalillo, Iguala, Atenango del Río, Copalillo, Copantoyac, Eduardo Neri y Tlapa de Comonfort.
Los integrantes del cártel Los Tequileros, que encabeza Raybel Jacobo, también son considerados violentos y se les relaciona con la emboscada contra elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) –cuatro muertos y siete lesionados– perpetrada en junio de 2017 en San Miguel Totolapan.
Respecto del grupo Guerreros Unidos, la información señala que aún tiene presencia en la zona; sin embargo, a partir de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fue perdiendo fuerza debido a las detenciones de los presuntos líderes, pero continúa operando en la región.