Víctimas demandan protección
Miércoles 12 de septiembre de 2018, p. 10
En la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) existe un ambiente generalizado
de acoso sexual en contra de las alumnas, tanto por parte de los profesores como de sus compañeros varones, que ha persistido durante muchos años, debido a la falta de castigo a los agresores, señalaron estudiantes de dicho plantel.
Magali Terraza Ramírez, egresada de la ENTS y militante de la organización feminista Rosas Rojas, señaló en entrevista con La Jornada que en la mencionada escuela –donde cerca de 80 por ciento de los estudiantes son mujeres– se han presentado un gran número de casos de violencia y acoso sexual.
Aunque dichos episodios no han sido cuantificados con exactitud por parte de las alumnas, uno de los que generaron mayor eco e indignación en meses recientes es el de una estudiante que fue agredida sexualmente por un hombre el 20 de marzo de este año en los propios sanitarios de la ENTS, aproximadamente a las 6:50 de la mañana.
Pero ese incidente no ha sido el único. A decir de Terraza Ramírez, ha habido muchos casos más en los que se ha señalado de forma directa a profesores, investigadores y alumnos por agresiones cometidas en forma de miradas lascivas, acoso verbal o tocamientos, sin que hasta el momento los responsables hayan sido sancionados.
Tras lo ocurrido el 20 de marzo, se tomaron medidas meramente policiacas, como poner más cámaras o botones de emergencia en el baño, modificar los horarios de entrada y salida en la escuela o alargar los canceles de los baños, pero son medidas paliativas que no resuelven un problema de violencia estructural
.
Para la tesista de la ENTS, la solución a este fenómeno pasa por visibilizar las estructuras que permiten las agresiones, y diseñar protocolos de seguridad en cuya elaboración participen las alumnas, trabajadoras y profesoras de la UNAM, además de poner en marcha una campaña de sensibilización sobre el tema, dirigida tanto a hombres como a mujeres.
Dulce Mireles Reyes, estudiante del quinto semestre en la ENTS, subrayó que la violencia de género en el plantel es muy común a través de miradas, tocamientos e incluso chistes misóginos en plena clase, ante lo cual muchas alumnas reaccionan con una sensación de resignación
, por sentir que no pueden cambiarlo, pero que genera cada vez más molestia.
Lo anterior, lamentó la estudiante, hace que muchas de las jóvenes prefieran no entrar a clase o no ir a la ENTS, lo cual se termina reflejando en sus calificaciones.
Las denuncias no llegan a nada y las medidas que se han querido tomar son paliativas. Cuando menos nos damos cuenta, el carpetazo ya se dio, porque se dice que no hay denuncia ni pruebas, y que por eso no se puede hacer nada. No ha habido expulsiones ni suspensiones; son demandas de hace mucho tiempo, pero los profesores (acusados) siguen ahí
, denunció.
Mireles estimó que las autoridades de la ENTS y la UNAM en general han adoptado una actitud de encubrimiento
y omisión, cuyo propósito es desgastar a las alumnas denunciantes.