El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, acudió ayer al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, donde aceptó públicamente los nueve puntos del pliego petitorio de los estudiantes que mantienen un paro de actividades en el plantel desde hace más de una semana.

Poco después de la una de la tarde, Graue acudió al mencionado plantel –acompañado del secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí, y del director general de los CCH, Benjamín Barajas–, luego de que el pasado lunes la asamblea de esa escuela lo citó ahí para entregarle sus peticiones y escuchar una respuesta del funcionario.

El rector se comprometió a asignar profesores acorde con el número de grupos y salones de ambos turnos, solucionar los problemas de acoso e inseguridad que sufren los miembros de la comunidad del CCH, tomar las acciones necesarias para desmantelar a los grupos porriles y garantizar que no habrá ningún tipo de represalias contra los participantes en el movimiento estudiantil.

Ante cerca de 500 alumnos y profesores, Graue Wiechers saludó el carácter pacífico y ordenado de las manifestaciones de los alumnos, en protesta por el ataque de grupos porriles contra estudiantes el lunes de la semana pasada, y aseguró que tiene la voluntad necesaria para resolver sus exigencias.

Con el comportamiento que estoy viendo de ustedes, todos sus profesores me dicen que están orgullosísimos; con el comportamiento que vimos el miércoles pasado en Ciudad Universitaria, yo me sentí muy orgulloso de todos nuestros estudiantes, afirmó.

El rector de la máxima casa de estudios llamó a establecer una mesa de seguimiento para verificar que se cumplan los diversos puntos del pliego petitorio de los estudiantes del CCH Azcapotzalco, y subrayó que la libertad de expresión y de opinar de manera diferente está garantizada en la Universidad.

En la reunión, la madre de Luis Roberto Gaona Malagón, estudiante de la Facultad de Derecho quien murió en Ciudad Universitaria el 18 de agosto de 2017 –en un caso que la UNAM calificó como de suicidio–, reclamó a Graue por el fallecimiento de su hijo en condiciones aún no aclaradas.

Cuando el rector ya se retiraba del lugar, en medio del tumulto generado por los asistentes a la asamblea y los medios de comunicación presentes, un grupo de personas comenzó a increparlo al grito de fuera Graue. Una versión aún no confirmada indicó que la molestia en algunos estudiantes fue generada por el hecho de que el rector no firmó el pliego petitorio.

La tensión subió cuando desde adentro del CCH fueron arrojadas unas cinco o seis piedras hacia la camioneta del funcionario, las cuales no dejaron ninguna persona herida. Una de las rocas impactó un vehículo, pero en él no viajaba el rector.

Cuestionado sobre las razones del enojo de una parte de los asistentes al encuentro, el director de Comunicación Social de la UNAM, Néstor Martínez, aseguró que la asamblea del CCH no había corrido a Graue por no haber firmado el pliego petitorio, puesto que el funcionario ya se había comprometido públicamente a cumplirlo, y recalcó que el encuentro había sido tranquilo.

Tras estos hechos, la asamblea del CCH Azcapotzalco afirmó que las “acciones violentas fueron perpetradas por grupos ajenos a la comunidad, y recalcó que el proceder del movimiento estudiantil es pacífico y ordenado.

En la noche, la universidad informó que Graue firmó el mencionado pliego en las instalaciones de la torre de Rectoría.