El músico promete no escatimar en entrega; asumirá el próximo enero
Viernes 5 de octubre de 2018, p. 3
Luego de 15 años de haber dejado el país, el director de orquesta Eduardo Diazmuñoz (Ciudad de México, 1953) regresa, invitado por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), para hacerse cargo de la sinfónica de esta casa de estudios desde enero de 2019.
En entrevista con La Jornada desde Illinois, Estados Unidos, donde reside, el también compositor dijo sentirse honrado por la invitación del rector de la UANL, Rogelio Garza.
‘‘No me lo esperaba, estoy muy entusiasmado de volver a la patria”, añadió y explicó que está por concluir su trabajo de director artístico de la orquesta del Conservatorio de Sydney, Australia, puesto que obtuvo tras ganar un concurso en 2003.
En ese país también se desempeñó de coordinador de programas académicos de maestría y doctorado en dirección orquestal, ‘‘labor que fue muy satisfactoria porque llevaba años alejado de la enseñanza. Entre 1983 y 1984 impartí clases en nuestro Conservatorio Nacional de Música y tuve que desempolvar muchas cosas”.
Diazmuñoz opina que la sinfónica de la UANL se ha consolidado en los años recientes; ‘‘la escuché en la década de los 80 y luego la primera vez que fui como director huésped en 1991. Desde entonces la he dirigido siete veces, la más reciente fue en 2005. Es una orquesta que creció en ese lapso.
‘‘La recuerdo como una orquesta sólida a la que faltaban de repente algunos detalles de ensamble, pero quizá era culpa mía, pues yo era más joven. Es una agrupación seria, con ganas de hacer las cosas bien, con buena sección de cornos, algo raro en aquella época, y pocas violas, pero cuerdas solventes.”
Contagiar experiencia
Eduardo Diazmuñoz considera que la experiencia acumulada durante su ausencia del país le servirá para ‘‘contagiar” a los músicos ‘‘no sólo en cuanto a la disciplina interna, que es vital, sino respecto de la calidad artística. Mi preocupación máxima, sea con orquestas profesionales o con estudiantes, es transmitir el mensaje musical que más bien es emocional, pues por eso existe la música: para conmover a nuestros escuchas y para eso tengo primero que conmover y emocionar a mis músicos; eso lo he refinado en los años que he estado fuera del país”.
Durante una década también dirigió la Ópera y Ensamble de Música Nueva en Illinois. ‘‘Fue una experiencia muy tonificante”, añade.
El director artístico debutó a los 22 años de edad, en el Palacio de Bellas Artes, al concluir sus estudios de piano, violonchelo y dirección con Francisco Savín. Léon Barzin y Leonard Bernstein también fueron sus mentores.
Como compositor, sus obras han sido estrenadas y grabadas en México, Europa y Estados Unidos. Ha dirigido unas 110 orquestas y grabado más de 35 discos con los que promueve la música nacional.
‘‘Soy muy disciplinado; sin eso no se llega a ningún lado”, insiste al recordar la polémica que causó en 2007 su estancia al frente de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, cuando los músicos no quisieron trabajar a su ritmo.
‘‘No aguantaron cuando comencé a apretar tuercas y me dije: ‘está bien, ustedes quieren quedarse en su hoyo, así no puedo. Me voy’. No obstante, pienso que soy un director con el que se puede conversar y, si es necesario, negociar; eso lo aprendí con el sindicato de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam), pues ahí me curtí muchísimo, estaba más joven, tenía 35 años menos.
‘‘He tenido altas y bajas; sin embargo, me considero un coordinador de voluntades, pues en principio doy el beneficio de la duda a los músicos. Siempre pienso que desean hacer su trabajo, y bien, que de verdad se esfuerzan para brindar una interpretación más allá de digna, hasta brillante.
‘‘Debo coordinar ese ímpetu, esa buena voluntad para lograr un todo común que podamos transmitir a nuestra audiencia.”
Díazmuñoz se mudará a Monterrey, o quizá a alguna ciudad fronteriza, el próximo enero, cuando comenzará a trabajar con la Sinfónica de la UANL.
‘‘Ojalá que nuestro presupuesto me permita comenzar a introducir a los regios a algunos autores australianos que son muy importantes y desconocidos aquí, así como al público de Australia les llevé a nuestros autores, Revueltas, Moncayo y Chávez, se los receté a todos. Fue una muy linda experiencia.
‘‘También quiero seguir con mis concursos en ejecución instrumental e incluso alguno de composición para detectar jóvenes valores. Es cuestión de tiempo y de realizar la primera temporada para ver cómo vibran los regios. Tengan por seguro que no voy a escatimar en entrega.”