Banco Mundial
Sábado 6 de octubre de 2018, p. 19
Las dudas acerca de la continuidad de las políticas económicas actuales, una vez que el nuevo gobierno tome posesión el primero de diciembre próximo, han tenido una repercusión negativa en las perspectivas de crecimiento de México, a menos en el corto plazo
, afirmó ayer el Banco Mundial (BM).
El organismo mantuvo la previsión de crecimiento de la economía mexicana de 2.3 por ciento para este año, mientras para 2019, que será el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, redujo el pronóstico y pasó de 2.5 a 2.3 por ciento.
México continúa registrando un rendimiento inferior al esperado, aunque cabe señalar que las prolongadas y difíciles negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (que recién concluyeron), la incertidumbre política asociada con las recientes elecciones y las dudas acerca de la continuidad de las políticas actuales han tenido una repercusión negativa sobre las perspectivas de crecimiento, al menos a corto plazo
, añadió el organismo en su informe semestral.
Durante la presentación del reporte, Carlos Végh, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, afirmó que el Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (Usmca, por sus siglas en inglés) es algo sumamente positivo. Hubiéramos visto un TLCAN 2.0, pero es una renovación del acuerdo de 1994 con cierto toque del siglo XXI
.
Si bien el estudio fue terminado a mediados de septiembre, por lo que no incluyó comentarios sobre el Usmca, sino respecto de una negociación inconclusa, Végh reviró la opinión vertida en el informe y dijo que la conclusión trilateral del convenio logró disipar la incertidumbre existente desde 2017.
Insistió en que el Usmca permite un horizonte de planificación para la industria automotriz o cualquier del ámbito manufacturero.
Señaló como logros la revisión cada 16 años del nuevo tratado, luego de que Estados Unidos buscara terminarlo cada cinco.
También destacó que se haya elevado a 75 por ciento el contenido regional de la reglas de origen para los vehículos ligeros.
El reporte indica que después de muchos años difíciles, las economías de América Latina y el Caribe están creciendo, pero las perspectivas de desarrollo regional para este año no están cumpliendo con las expectativas iniciales.
En ese sentido, indicó que el crecimiento para 2018 será de 0.6 por ciento, mientras para el siguiente año se prevé un desarrollo de 1.6 puntos porcentuales.
Jorge Familiar, vicepresidente del BM para América Latina, comentó que es importante que los países de la región mantengan la casa en orden en materia fiscal, pues no pueden gastar más de lo que no tienen.
La situación fiscal de la mayoría de los países de la región continúa siendo precaria, como lo refleja el hecho de que se espera que 29 de los 32 países tengan un déficit fiscal total en 2018
, señala el documento.
El reporte del organismo plantea que los desafíos por factores externos persisten, como la normalización de la política económica en Estados Unidos, con tasas de interés más elevadas y que han llevado a una caída drástica en los flujos netos de capital hacia la región; el fortalecimiento del dólar, la depreciación de la mayoría de las monedas emergentes y tensiones comerciales.
El BM estimó que la economía de Sudamérica se contraerá 0.1 por ciento este año y espera que crezca 1.2 puntos porcentuales en 2019, debido a la situación en Argentina y la desaceleración en Brasil.
Familiar subrayó que la pobreza en la región se ha combatido no por la implementación de programas sociales, sino por la creación de empleo que viene del crecimiento, por lo que se deben sentar las bases para el crecimiento.
Detalló que para ello se debe incrementar la productividad, invertir en infraestructura, fomentar la creación de empleos, mejorar el capital humano ante la era 4.0, fortalecer las instituciones y combatir la corrupción.