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Humberto Ríos recrea y retrata profecías asentadas en documentos antiguos
Foto
Libro de los días: códice Tonalámatl de Aubin. Fotografía de Humberto Ríos que forma parte de la muestra.
 
Periódico La Jornada
Martes 9 de octubre de 2018, p. 9

¿Es posible fotografiar el futuro? Por el momento la respuesta es no; sin embargo, lo que sí se puede hacer por medio del arte, en específico la fotografía, es especular sobre formas de entender el futuro, asegura Humberto Ríos (CDMX, 1983).

En Futurum, exposición de 17 imágenes que el fotógrafo ha montado en la Patricia Conde Galería, Ríos plantea entenderlo a través del pasado: Es algo antropológico. Hay una relación perversa en el tiempo en ese sentido.

Las fotografías de la muestra de alguna manera son facsímiles de códices, evangelios, pergaminos, todos pertenecientes a diferentes culturas y tiempos históricos, en los que quedó escrita una profecía de una cultura o visualización del futuro por una sibila o un hechicero del mundo prehispánico.

Son papeles que están en todos lados, como las bibliotecas nacionales de París y Madrid, aunque también Australia, mientras otros están perdidos. Ríos investigó por vía digital, compró muchos libros y se informó al respecto: Cuando tratas de trabajar con estos objetos es muy especulativo, porque en los museos te prestan sólo facsímiles.

Desde el primer momento, continúa el entrevistado, te das cuenta de que la historia es una narración que se construye de manera azarosa, por medio de la incertidumbre, aunque también es muy lindo, porque te das cuenta de que a lo largo del tiempo la humanidad siempre ha buscado la manera de escribir sus ideas sobre cómo será el mundo en un futuro.

Por eso Ríos decidió retratar objetos como los pronósticos Libros del Chilam Balam de Ixil; sibilas y profetas que predicen la llegada de Cristo, Libri Sibillini, y agüeros y pronósticos para adivinar las cosas futuras, Libro quinto, Códice Florentino (1577). ¿Cómo lo hizo? Construyó sus propios facsímiles: Saqué fotocopias de Internet, hice mis propias ediciones, entonces, construí las formas, aunque siempre respeté si había una grieta aquí o una raya allá, un rastro de lo viejo del pergamino. Me importaba que las personas sintieran al verlas una cierta credibilidad. Que preguntaran: ¿es fotografía?, ¿es un objeto real? Al no establecer muy bien lo que pasa, eso capta tu atención y te lleva a un viaje interno a reflexionar sobre qué implican los objetos del futuro, así como fotografiarlo.

En las imágenes de Ríos los documentos levitan, parecen tridimensionales o más bien pinturas. Construí estos objetos lo más fidedigno que pude. Utilicé una iluminación central, con el objeto en medio, una luz de estudio dirigida para conseguir el volumen que quería.

Futurum estará hasta el 8 de noviembre en la galería ubicada en General Juan Cano 68, colonia San Miguel Chapultepec.