El Gobierno de la Ciudad de México apelará del fallo que ordena la suspensión de la construcción del Hospital General de Cuajimalpa, afirmó el titular del Ejecutivo local, José Ramón Amieva Gálvez, quien aseguró que dicha obra no es un capricho o de lucimiento, sino una necesidad.

Yo creo que sí sería importante que quien toma estas decisiones piense un poco en qué oportunidad les está quitando y el daño que les está generando a las personas que requieren de ese servicio, expresó el mandatario local momentos antes de encabezar una marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El jueves anterior, el juez primero de distrito en materia administrativa, Gabriel Regis López, determinó otorgar la suspensión definitiva al resolver un amparo contra la construcción, por lo que Amieva Gálvez se manifestó por realizar una inspección judicial del lugar y tomar en cuenta la opinión de los usuarios que resultarán afectados por esa decisión.

Recordó que en el lugar, el pueblo de Contadero, ya operaba un hospital materno-infantil, que se busca sustituir por uno nuevo con más servicios para la población.

Interrogado sobre la estrategia a seguir por su administración, señaló que, primero, presentar toda la serie de recursos y quejas en contra del juez de distrito que concedió la suspensión, y generar toda la documentación para reiterar que es necesario, que es un derecho de la población tener un hospital, y es un beneficio. No estamos tratando de poner una obra que sea un capricho o de lucimiento, es una necesidad.

El 29 de enero de 2015, el Hospital Materno-Infantil de Cuajimalpa quedó destruido a consecuencia de una explosión ocurrida por una fuga en la válvula de una pipa de la compañía Gas Express Nieto, que surtía combustible al nosocomio, lo que dejó saldo de cinco personas muertas y más de 70 lesionadas.

Para reponer dicha infraestructura, el gobierno de la ciudad anunció la construcción de un hospital general, obra que se realizaría con recursos federales por 500 millones de pesos y brindaría mayores servicios a la población de la zona.

No es la primera vez que se detiene la construcción del nosocomio, que se inició a principios de 2017. En agosto, la empresa Prodemex, que ganó la licitación, pidió la terminación anticipada del contrato por falta de pago, debido a que la Federación no liberó los recursos, dejando la obra con avance de 10 por ciento. En octubre de este año se reinició la obra, la cual ahora es rechazada por pobladores.