
Lunes 26 de noviembre de 2018, p. a33
Rock Sinfónico en tu Idioma no sólo recordó los éxitos musicales que han hecho historia, sino también se sumó a la causa para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas en el país, en el corazón del Centro Histórico.
El conglomerado de músicos encabezado por Sabo Romo se presentó este domingo en el Zócalo, donde puso a cantar a un público adulto en su mayoría, feliz de escuchar la banda sonora de su vida, ahora con la reflexión en torno a esta problemática social.
Romo y sus invitados pusieron el dedo en la llaga sobre esta situación que aqueja a la sociedad mexicana y apremiaron a proteger al género femenino en un concierto auspiciado por el gobierno capitalino.
Rock Sinfónico en tu Idioma, con la participación de la Camereta Metropolitana y el Coro Euterpe, inició con el clásico caifanero Mátenme porque me muero en voz de Sabo Romo, a quien siguió en el micrófono Bon, que interpretó la rola Voy a buscar, mientras Hugo Rodríguez siguió con Sólo por hoy y Corazón de neón.
Enseguida, María Barracuda relató que hace unos años fue víctima de violencia de género e instó a vivir en paz. La rubia cantó Bole-ro falaz y Ni tú ni nadie, rola que hizo famosa hace unos ayeres Alaska y Dinarama.
Los ánimos subieron con Es tan fácil romper un corazón en voz de Neón, que no pudo prescindir de Juegos de amor y el coro “pa-pa-re-o, pa-pa-re-o” se escuchó al unísono en la plancha asfáltica.
También acudieron al llamado de Sabo Romo, La Lupita y su vocalista Héctor Quijada; mientras Paco Familiar y Cecilia Toussaint unieron sus voces para interpretar Kumbala. “Que la pasión no se confunda con el maltrato”, dijo el cantante.
En ese sentido se manifestó Piro Pendas, líder y vocalista de Ritmo Peligroso, quien interpretó Marielito y Lobo hombre en París, esta última en mancuerna con Leonardo de Lozanne, vocalista de Fobia, quien puso a cantar El diablo a los fervorosos asistentes.
Pero, Abulón, vocalista de la banda Víctimas del Dr. Cerebro, dio el toque especial al concierto al subirse a diversas estructuras y llegar casi al astabandera al ritmo de El esqueleto, emblemática melodía que puso a mover el cuerpo del público, que ya entrado en calor tuvo que ceder a que culminara este “viaje mágico” con la melodía Cuando pase el temblor.