Mexicali, BC., Un contingente de mil 200 integrantes de la Caminata Migrante dejó los albergues de esta ciudad para ir a pie y en autobuses a Tijuana, donde solicitarán asilo político en la garita de Otay, California.

La columna principal salió por la mañana, toda vez que en la colonia Progreso los esperaba un grupo de 150 indocumentados, pues hubo un incidente con otros centroamericanos que se pronunciaron por quedarse en Mexicali para evitar actos discriminatorios o poner en riesgo su seguridad ante expresiones racistas si iban a la frontera con San Diego.

De este contingente 241 niños, mujeres y hombres se trasladaron en cinco autobuses, mientras que 950 caminaban a un costado de la Laguna Salada (área desértica), para subir La Rumorosa, cruzar Tecate y llegar a Tijuana.

Los migrantes confiaron en la solidaridad de conductores de tractocamiones para hacer menos pesado el trayecto de 170 kilómetros.

Asimismo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos informó que capturó a un número indeterminado de centroamericanos que intentaron cruzar corriendo, pero los regresó a México. Esta situación se calificó de ilegal, porque debió deportarlos a sus países de origen.

El gobierno de esa nación suspendió por siete horas todos los cruces vehiculares y peatonales en el puerto de entrada de San Ysidro ante la amenaza que los centroamericanos de cruzar la frontera.

La CBP desplegó personal extra en la garita internacional para contener el paso a los manifestantes que se separaron hacia múltiples sitios en la frontera.

Algunos intentaron ingresar a Estados Unidos por el este y oeste del cruce fronterizo, otros por los carriles de vehículos; pero fueron detenidos y devueltos a México.