Versión publicada por The Guardian
El ex jefe de campaña de Trump también rechaza la historia por falsa y difamatoria
; considera proceder legalmente contra el diario británico
Miércoles 28 de noviembre de 2018, p. 30
Washington. El portal de filtraciones Wikileaks, y Paul Manafort, ex presidente de la campaña de Donald Trump, rechazaron, por separado, un reporte del diario británico The Guardian, según el cual este último se habría reunido con Julian Assange en secreto en 2013, 2015 y en 2016, meses antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El artículo, firmado por Luke Harding, ex corresponsal en Moscú, y Dan Collyns, desde Quito, añade que Manafort fue a ver a Assange hacia marzo de 2016
, el mismo mes que hackers rusos comenzaron su ataque fulminante para robar correos electrónicos de la campaña presidencial de la demócrata Hillary Clinton.
The Guardian indicó que desconocía la naturaleza de esos supuestos encuentros entre Manafort y Assange, refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, pero destacó que el momento de la tercera cita posiblemente interese al procurador especial de Estados Unidos, Robert Mueller, quien investiga una supuesta colusión entre Rusia y la campaña a la presidencia de Trump.
Wikileaks publicó en julio de 2016 miles de mensajes de altos funcionarios del Partido Demócrata con consignas internas, incluyendo correos del jefe del equipo de campaña de Clinton, que fueron difundidos en octubre de 2016, en la recta final de las elecciones presidenciales de Estados Unidos celebradas en noviembre.
Los demócratas sospechan que el equipo de Trump, Rusia y Wikileaks pudieron haber conspirado para influir en la elección, beneficiando al actual presidente. La campaña aprovechó los correos electrónicos para socavar a Clinton.
“Wikileaks apostaría un millón de dólares al Guardian y su director a que Manafort nunca se ha visto con Assange”, desafió al medio digital a través de su cuenta de Twitter al negar lo publicado por el rotativo británico.
Esta historia es totalmente falsa y deliberadamente difamatoria. Nunca he conocido a Julian Assange ni a nadie conectado con él
, aseguró a su vez Manafort, quien además aseguró estar “considerando todas las opciones legales contra The Guardian por proceder con esta historia, incluso después de que mis representantes les notificaron que era falsa”.
La periodista italiana Stefania Maurizi, quien visitó recientemente a Assange, cuestionó también la veracidad del informe de la edición digital del diario británico.
“¿Últimas revelaciones del Guardian sobre Paul Manafort? Basadas en ‘fuentes anónimas’ y de inteligencia de Ecuador”, señaló la reportera de investigación del periódico italiano La Repubblica.
Y añadió: si Paul Manafort visitó a Julian Assange para discutir planes o información confidencial es un completo idiota (pues) no hay forma de evitar la supervisión de la embajada por Reino Unido y Estados Unidos
.
Maurizi recordó el estricto procedimiento
que se sigue en la embajada de Ecuador al entorno de Assange.
“He trabajado como socia de medios de Wikileaks desde 2009 y nunca he oído que hayan admitido a un visitante sin haber registrado su nombre y pasaporte”, escribió Maurizi.
Desde la entrada del jefe de Wikileaks a la embajada ecuatoriana, hace ocho años, se han reforzado el número y las posiciones de las cámaras de seguridad que captan los accesos al edificio ubicado en una esquina del lujoso barrio de Knightsbridge.
El desmentido de Wikileaks a The Guardian sorprende porque el 25 de julio de 2010, este rotativo, el New York Times y Der Spiegel hicieron públicos 92 mil documentos sobre la guerra de Afganistán entre 2004 y 2009. Adicionalmente, el 28 de noviembre de 2010, el sitio filtró una colección de más de 250 mil comunicados entre el Departamento de Estado de Estados Unidos con sus embajadas por todo el mundo en lo que se calificó de la mayor filtración de documentos secretos de la historia a la prensa internacional en el que fue incluido The Guardian.
En tanto, una aparente demanda penal contra Assange es objeto de una audiencia en un tribunal federal en Virginia.
Promotores de la libertad de prensa quieren que el juez levante el secreto sobre la demanda, después que los fiscales en otro caso, no relacionado con éste, mencionaron por descuido que existían cargos contra el informático y activista australiano, quien permanece asilado en la embajada ecuatoriana en Londres por temor a ser procesado por la justicia de Estados Unidos.