Los grupos parlamentarios de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista de México (PVEM) y de la Revolución Democrática (PRD) se unieron ayer para impedir que se eliminara de la Constitución la figura del fuero, que protege a todos los altos funcionarios públicos, con el argumento de que la reforma propuesta por Morena mantenía la inmunidad constitucional para que éstos conservaran el cargo, aun si cometían un delito, salvo que existiera una sentencia firme.

Si bien el dictamen para eliminar el fuero se aprobó por mayoría en lo general, ya en la discusión en lo particular el bloque Morena-Partido del Trabajo-Encuentro Social sólo consiguió 280 votos en favor, mientras que los nuevos aliados de la oposición sumaron 171, por lo cual no se reunió la mayoría calificada necesaria para darle trámite y enviarlo al Senado como minuta.

La sesión ordinaria se extendió nueve horas y media, de las cuales seis horas y media se consumieron en el debate que pretendía eliminar el fuero como se conoce hasta ahora: una medida de impunidad para los altos funcionarios públicos.

Si bien el dictamen se aprobó en lo general, la oposición únicamente no se reservó los cambios a los artículos 61, 74 y 108 y por tanto respaldados en tus términos, porque con ello se garantiza la inviolabilidad de los legisladores cuando emitan opiniones o propuestas durante su encargo; se deroga el juicio de procedencia contra los servidores públicos; y para determinar que el presidente de la República sólo pueda ser acusado ante la Cámara de Senadores.

Tendencia de votos cambió

Por mayoría, el dictamen pasó en lo general con el aval de Morena, PAN, PRI, PES, PT, Movimiento Ciudadano, Partido Verde y PRD con 457 votos a favor, tres en contra –de los petistas Gerardo Fernández Noroña y Emilio Manzanilla y Julio Ángeles Mendoza (Morena)– y seis abstenciones del PES.

No obstante, cuando inició el debate de tres artículos reservados, la tendencia de los votos cambió. El PAN, que no presentó una sola reserva, votó en contra; el PRI jugó con sus variables y decantó su postura en contra de la reforma, con el argumento de que si bien se eliminaba el fuero, se mantenía la figura de inmunidad, lo que en los hechos –señaló– no significaba un cambio de fondo para frenar la impunidad.

La oposición se reservó los artículos 38, 111 y 112 propuestos en el dictamen. La reforma propuesta para el artículo 38 consideraba que se pierden los derechos políticos de los ciudadanos por estar sujetos a un auto de vinculación a proceso penal; la del 111 para definir la figura de inmunidad y garantizar que, en tanto no existiera sentencia firme, los funcionarios no podían ser privados de su libertad durante el tiempo que ejercieran sus cargos, salvo sentencia condenatoria en su contra, y la prevista para el 112 precisaba que la inmunidad no aplicaba a los funcionarios separados de su encargo y que sólo podían recuperarla, así como el cargo, en caso de que resultaran absueltos en sentencia firme.

Desde tribuna, el coordinador de Morena, Mario Delgado, anunció que su partido irá con todo contra el fuero, nunca más fuero, mientras sus opositores endurecían el tono desde sus curules: ¡Fuera fuero, fuera fuero! ¡Nos vemos el primero, nos vemos el primero! A jirones quedó reducido el dictamen porque los artículos aprobados en lo general y rechazados en lo particular son vinculantes. Por ejemplo, el artículo 108 (enviado en la minuta al Senado) manifiesta que la o el presidente de la República, durante el tiempo de su encargo, sólo podrá ser acusado en términos del artículo 111 de la Constitución, pero el 111 vigente sólo se refiere al Presidente, en masculino.

Al final de la jornada, todos se lanzaron acusaciones en el recinto legislativo, y también desde la trinchera de sus intereses políticos, como lo hizo reiteradamente Pablo Gómez (Morena): ¡Les garantizamos que no habrá fuero nunca mas!