Jueves 29 de noviembre de 2018, p. 4
Los cuatro probables autores materiales de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, piezas clave en la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR), están libres desde finales de octubre: Patricio Reyes Landa El Pato; Jonathan Osorio Gómez, El Jona; Salvador Reza Jacobo, El Wereke, y Agustín García Reyes, El Chereje, este último declaró ante la PGR cómo ocurrieron los hechos el 26 de septiembre de 2014. Sin embargo, quedaron libres por la mala actuación de la PGR en el proceso, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Uno de esos errores fue la diligencia que realizó el entonces titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón, el 28 de octubre de 2014 en el río San Juan, al llevar a García Reyes sin la presencia de su defensa, además de que no quedó asentada en el expediente.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó en su último informe un video grabado el 28 de octubre de 2014 en el cual se observa a Tomás Zerón acompañado por peritos y El Chereje en el río San Juan.
En el documento del GIEI, dependiente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos., se mencionan 17 irregularidades en que habría incurrido Zerón.
Una habría sido la diligencia del 15 de noviembre de 2014, que se realizó sin la presencia del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Precisa que el 7 de noviembre acudieron peritos de la PGR y el EAAF al basurero de Cocula para realizar una inspección y recolectar evidencias. Recogieron 13 casquillos; sin embargo, el basurero quedó sin resguardo dos semanas y el día 15 del mismo mes la PGR regresó al lugar y encontró otros 42. Pero dos de los que se recogieron la primera ocasión coincidieron con los que obtuvo la PGR cuando actuó sola.
La diligencia que realizó Zerón en el río tuvo como origen declaraciones de los detenidos, quienes aseguraron que después de quemar los cuerpos de los normalistas en el basurero de Cocula embolsaron los restos y los arrojaron en ese punto.
El EAAF puso en duda la actuación de la PGR tanto en el basurero como en el río debido a que el lugar no fue custodiado correctamente y se contaminaron las evidencias.
Este equipo detalló que se encontraron 41 casquillos juntos, lo cual puso en evidencia que fueron colocados por alguien, además de que no correspondían a los calibres de las armas que utilizaron los autores materiales del crimen.