Terminó la época de la casona de Chihuahua 216, en la colonia Roma. Con la mudanza a Palacio Nacional concluyen los cinco meses en los que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y sus colaboradores concretaron el diseño del gobierno que dará inicio este sábado. En su equipo se analiza que no haya mensaje desde el balcón central de Palacio Nacional, sino que sea desde el templete colocado frente a la Catedral.

En la casa porfiriana se recibieron alrededor de 27 mil 500 peticiones ciudadanas de diversa índole –en promedio 215 por día–; 20 por ciento fueron solicitudes de empleo, pero lo más doloroso son las desapariciones de familiares, narró Leticia Ramírez, encargada de Atención Ciudadana.

En entrevista, detalló que la casa de transición fue un espacio donde la gente podía ser escuchada, porque en cada una de las demandas hay una esperanza, una historia y las ganas de que las cosas sean diferentes. Para eso, precisó, también recibimos muchas bendiciones y buenas vibras. Desde la próxima semana atenderá en Palacio Nacional, donde hará las gestiones que correspondan para cada caso.

Por la casona desfilaron miles de personas para saludar al primer presidente que surge de la izquierda: secretarios de Estado, embajadores, figuras del deporte y la cultura, empresarios, artistas y muchas más.

En ese lugar, que fue testigo mudo de acuerdos clave para el proyecto de la cuarta transformación, también ocurrieron hechos insólitos, como la ocasión en que un hombre que se dijo esquizofrénico pretendió inmolarse.

Ayer, desde temprana hora, mobiliario, cuadros, archivos de trabajo y las 50 cajas con peticiones ciudadanas fueron trasladados a Palacio Nacional; los regalos se resguardaron en otro lugar.

Por la tarde llegó Arturo López Obrador, el hermano con quien el próximo presidente rompió en 2016 por apoyar al candidato del PRI a la gubernatura veracruzana, Héctor Yunes. Aunque aseguró que ya se reconciliaron, nadie lo recibió, a diferencia de José Ramiro y Pío Lorenzo, los otros hermanos del futuro mandatario, quienes arribaron después para recoger sus invitaciones de investidura en el Congreso.