Madrid. Al cantante español Alejandro Sanz no le preocupan “ni los likes ni las visitas” a sus videoclips en YouTube; además, se considera feminista: para inspirarme intento tener los pies en la tierra y el corazón en las nubes.

Sanz presentó en Madrid el del single No tengo nada, anticipo de su nuevo álbum, #Eldisco, que se lanzará en 2019. Me importa más lo que la gente opine que la cantidad de personas que lo están viendo, aseguró.

A pesar de su despreocupación por las cifras, la presentación del videoclip del nuevo sencillo ya se encuentra en el número uno de las listas de tendencias en varios países, además de contar con casi medio millón de visualizaciones en la plataforma.

El cantante siguió el estreno rodeado por su equipo, a la vez que leía los comentarios de sus fans.

El videoclip que acompaña al lanzamiento del sencillo es obra del fotógrafo, diseñador y realizador Jaume de Laiguana.

Estoy muy contento de que pasen cosas en la música. Todo el mundo está intentado contar cosas y eso es muy importante para la creación, ha dicho Sanz.

Sanz no dejó pasar la ocasión para reivindicar su apoyo al movimiento feminista. “Quien no sea feminista no está en este mundo. El cambio que estamos viviendo era muy necesario, aunque haya gente que se resista un poco con el tema de los micromachismos porque lo consideran una tontería. Es muy importante que nos sumemos sin condiciones. También hay gente que se resiste a Madrid Central (programa de movilidad que busca combatir la contaminación), pero tenía que pasar”, consideró.

Gira por Europa, EU y AL

Grabado en los meses de marzo y octubre de 2018 en Miami, #Eldisco también contará con colaboraciones de la Orquesta Filarmónica de Praga y la cantante cubana Camila Cabello, entre otros.

Asimismo, #Lagira comenzará el próximo año y pasará por varias capitales europeas, Latinoamérica y Estados Unidos.

El vide de No tengo nada acaba con muchos abrazos, ya que llama a la gente a “mirarnos más. Si pudiéramos abrazar a la gente tanto como abrazamos el teléfono celular, el mundo sería otro. Necesitamos la energía de comunicarnos y de hacernos reales.

Un día estaba en el cumpleaños de un amigo y nos pidieron que dejáramos el móvil en una cesta, fue lo mejor que pasó en la noche. Es una experiencia que recomiendo. La experiencia de convivir sin lo que es útil pero no vital es una experiencia increíble, concluyó.