Las reformas estructurales son el mayor éxito del sexenio de Enrique Peña Nieto, aunque fueron insuficientes para generar beneficios a la población, manifestó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

En su análisis semanal, el organismo indicó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador enfrentará el reto de instrumentar las políticas necesarias que lleven al país a un entorno de mayor crecimiento y bienestar. Insistió en los pendientes que dejó Peña Nieto: inseguridad, precarización laboral, incremento de la deuda, aumento de los precios de las gasolinas, corrupción y nulos resultados sobre la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

El Ceesp dijo que el sexenio que concluyó el sábado tuvo un balance que podría considerarse inercial, lejos de lo que se esperaba, una vez aprobadas las reformas estructurales que se llevaron a discusión.

Consideró, en defensa del gobierno anterior, que se presentaron eventos en el exterior que se reflejaron en la economía mexicana, como la relajación de la política monetaria de Estados Unidos, la caída de los precios del petróleo, la salida de Reino Unido de la Unión Europea y el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.

Además de esos factores las propuestas del nuevo gobierno contribuyeron al deterioro de variables económicas, como tipo de cambio, que propiciaron presiones inflacionarias que redundaron en el poder adquisitivo.

Posiblemente el mayor éxito del sexenio fue la aprobación de 11 reformas estructurales en 2014 y sobre las que se apoyaba la perspectiva de una mejora de la actividad económica del país, que se preveía creciera a una tasa de 5 por ciento a finales del sexenio, dijo el Ceesp.

Esas reformas fueron: laboral, energética, competencia económica, telecomunicaciones y radiodifusión, hacendaria, financiera, educativa, amparo, sistema penal acusatorio, política electoral y transparencia.

Es claro que las medidas que se llevaron a cabo para fortalecer la estabilidad macroeconómica no fueron suficientes para que el ritmo de crecimiento de la economía se elevara en beneficio de la población, subrayó.

Agregó que hubo decisiones que se tomaron y otras que simplemente se ignoraron, lo que propició un severo malestar de la población.

Entre esas decisiones estuvo el gasolinazo, considerado por la opinión pública como prueba de que el beneficio de la reforma energética simplemente fue una promesa no cumplida. Otros temas influyeron en la negativa percepción de popularidad de Peña Nieto, como la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los nulos resultados por aclarar la situación.