Lunes 3 de diciembre de 2018, p. 9
Como parte de la investigación por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la Procuraduría General de la República (PGR) solicitó información a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sobre militares adscritos a la novena Región en Guerrero.
El caso Iguala es uno de los expedientes más robustos, con 631 tomos. Después de cuatro años, los familiares de las víctimas no han obtenido certeza por parte de la PGR de lo que sucedió con los estudiantes, y se espera que sea anunciada la creación de la comisión de investigación para la verdad y la justicia por el Presidente de la República.
Una de las demandas de los familiares es la línea de investigación de posible intervención de militares la noche del 26 de septiembre de 2014; a raíz de esto, la PGR pidió información a la Defensa Nacional.
De acuerdo con la actualización de la averiguación previa, en septiembre pasado la dependencia solicitó al fiscal general de justicia militar nombres completos, direcciones y todo lo que permita la ubicación de elementos adscritos, comisionados o que por cualquier otro motivo hayan pertenecido a dicha región militar a partir de 2012.
En el expediente también se hace mención de que se indaga otra de las líneas que han solicitado los padres relacionada con el trasiego de droga en una línea de autobús que corre de Iguala a Chicago.
Al respecto, la PGR investiga a la empresa Transportes Guerrero para saber si existe ese recorrido y si pudiera servir la información para conocer sobre los hechos de hace cuatro años.
A raíz de las labores de inteligencia se obtuvieron datos relevantes de que Guerreros Unidos, organización a la que se responsabiliza del ataque a los normalistas, era de los principales grupos que traficaba droga a Chicago en tráileres con fruta y autobuses de pasajeros.
Esta información fue obtenida por la dependencia tras la captura de Mario Casarrubias El Sapo, fundador de Guerreros Unidos, organización que asumió el control su hermano Sidronio.
Guerreros Unidos mantuvo una violenta lucha con Los Rojos por el territorio, sin embargo, para evitar que entraran a la plaza, Sidronio Casarrubias El Chino contó con el apoyo de presidentes municipales.
Según consta en el expediente, Guerreros Unidos llegó a controlar a policías y alcaldes de Iguala, con el presidente municipal José Luis Abarca, así como de Taxco, Cocula, Buena Vista de Cuéllar, Tepecoacuilco, Huitzuco y Teloloapan, en Guerrero.