Comerciantes, vecinos y empresarios denunciaron la toma de calles en la zona oriente del Centro Histórico a mano armada, mientras la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguraba que se terminaba el voto comprado.

Un total de 200 puestos nuevos se instalaron en las calles Lecumberri, Nacional, Manuel Doblado, Peña y Peña y González Ortega sin contar con autorización o permiso de la administración central o la alcaldía de Cuauhtémoc, que ha favorecido su crecimiento, señalaron.

Ante ello, exigieron su retiro inmediato y el reforzamiento de la seguridad en la zona, a fin de evitar el incremento de robos a transeúntes y proveedores, asaltos, amenazas y cobro de derecho de piso a los negocios establecidos, que va de 15 mil a 150 mil pesos.

Los denunciantes, quienes solicitaron el anonimato ante el temor de ser agredidos y hasta secuestrados, explicaron que el monto exigido por grupos delictivos como la Unión Tepito, la AntiUnión y Nueva Generación Tepito, es de acuerdo con el tamaño y giro del negocio.

Los vecinos y comerciantes, sin embargo, también son víctimas de organizaciones como Los Jaimes, uno de cuyos integrantes fue ejecutado, y actúan al cobijo de la asociación civil Mano Amiga, que se dedica a la invasión de predios.

Mientras, Raúl Mejía, líder de ambulantes, se encarga de vender espacios en las calles de González Ortega y José Joaquín Herrera; y El Quick y su tío se encargan de la esquina de Manuel Doblado y Peña y Peña, lo cual ha provocado que muchos negocios cierren definitivamente, detallaron.

Dichas organizaciones y grupos delictivos, aseguraron los denunciantes, cuentan con sicarios para intimidar, cobrar derecho de piso al comercio establecido y vender el metro lineal de los frentes de los locales comerciales para no poner un puesto hasta en 100 mil pesos.

Consideraron que lo más grave es que se hacen acompañar de inspectores de Cuauhtémoc y éstos también nos extorsionan, por lo cual se solicitó desde octubre pasado una reunión con el alcalde Néstor Núñez, para combatir de manera conjunta el clima de inseguridad que vivimos diariamente.

Los ajustes de cuentas entre la Unión y la AntiUnión, y Nueva Generación, han derivado en mayor violencia, colocándonos en alto riesgo físico y patrimonial, a lo cual se suman estos líderes de ambulantes que invaden calles y predios para su propio provecho.

Hoy, apuntaron, la demarcación es la más insegura, conflictiva, delictiva e insegura de la Ciudad de México.