l próximo año Petróleos Mexicanos (Pemex) recibirá un tanque de oxígeno proveniente de las arcas nacionales, que le permitirá invertir en áreas olvidadas por los seis gobiernos neoliberales y fortalecer su capacidad, luego de años de saqueo permanente, para competir comercialmente.

Se trata del anuncio que el presidente López Obrador hizo ayer en Dos Bocas, Tabasco, en el contexto de la presentación del Plan Nacional de Refinación: el gobierno federal aumentará en 75 mil millones de pesos la inversión de Pemex en 2019 con el propósito de reactivar la industria petrolera, modernizar las seis refinerías construidas en el país y edificar una nueva en este puerto marítimo, cuya licitación comenzará en marzo próximo. Vamos hacia la autosuficiencia, a dar valor agregado a la materia prima, dijo el mandatario.

Con tal acción se pretende no sólo revivir a Pemex, sino romper la costumbre neoliberal –llamémosla así– de exprimir de la empresa hasta el último centavo, recortarle el presupuesto y llevarla al endeudamiento creciente y permanente, el cual, al cierre del sexenio peñanietista, rebasa 106 mil millones de dólares.

López Obrador detalló que en tres años se tendrá autosuficiencia en gasolina, es decir, que en ese periodo se produzcan gasolinas en el país para poder bajar los precios de los combustibles y dejar de comprarlas en el extranjero. Necesitamos con urgencia enfrentar, parar, frenar esta crisis y comenzar la recuperación en la producción de petróleo, porque si no intervenimos a mitad del próximo año vamos a extraer un millón 500 mil barriles. Vamos a cambiar la política petrolera, porque la aplicada en sexenios anteriores no ha dado resultados (La Jornada, Alma Muñoz).

Sin duda, esos 75 mil millones serán útiles para reactivar a la ahora empresa productiva del Estado, porque, como bien apuntó AMLO, en Pemex no es que haya faltado dinero, es que ha sobrado corrupción. Y como ejemplo puso la reconfiguración de tres de las seis refinerías del país, en donde se invirtieron 8 mil millones de dólares, que es lo que va a costar la nueva.

Oficialmente en ellas (Minatitlán, Cadereyta y Madero) se invirtió tal monto, pero “resulta que las tres que no se reconfiguraron –Salina Cruz, Tula y Salamanca– producen más combustibles. Increíble. ¿Qué pasó, dónde quedó el dinero, cómo entregaron esos contratos si no hubo resultados? Venían empresas a hacer su agosto al país; por eso hago un llamado a los empresarios mexicanos para que estén a la altura de las circunstancias, porque vamos a confiar en el empresariado mexicano. El plan es que podamos ser autosuficientes en la producción de gasolina”.

¿Cuál es el panorama? De acuerdo con un análisis del Cesop de la Cámara de Diputados, bajo la firma de José de Jesús González Rodríguez, producir gasolina internamente resulta mucho más barato que importarla. Por ejemplo, en 2016 los costos domésticos de producción de gasolinas Magna y Premium, así como de diésel, fueron inferiores en 61.1, 56.2 y 61.5 por ciento a los costos de importación desde Estados Unidos.

Lo anterior, debido al incremento del precio promedio anual del dólar estadunidense, incremento que en aquel año ascendió a 18.66 pesos, así como al bajo costo promedio del barril de crudo,que fue de 35.63 dólares, por lo que, ante ese escenario, hubiera resultado más barato producir la gasolina en nuestro país que importarla.

Sin embargo, Pemex no lo capitalizó, ya que importó 60 por ciento de la demanda total de gasolinas y 44.1 de diésel requeridos en el país, debido a la baja eficiencia operativa del Sistema Nacional de Refinación, lo cual influyó para que la otrora paraestatal registrara una pérdida neta total por todas sus operaciones cercana a 63 mil millones de pesos.

Las rebanadas del pastel

Y en materia de energía eléctrica, el Pejepresidente intentará poner orden tras el desastre de corrupción e ineficiencia heredado por los seis gobiernos neoliberales. Otra tarea para el hombre araña.

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