a Caravana Migrante ha sido el mejor aliado del gobernador Francisco Vega en estos días difíciles. Mientras las redes sociales desbordan comentarios racistas contra los centroamericanos que llegan, la crisis de pagos que golpea a miles de trabajadores que dependen del presupuesto gubernamental se agudiza. Los maestros de la sección 37 están en paro general; los trabajadores de los colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos llevan semanas en espera de salarios; el Instituto Estatal Electoral advirtió que está en riesgo el proceso del próximo año por falta de dinero y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos tampoco recibe los recursos que le corresponden.

Sin embargo, el gobernador no ha explicado qué ocurre. Como hace con cada problema, desvía la responsabilidad al gobierno federal. Dice que la Federación no le da recursos para pagar a los maestros. Durante meses no dijo nada sobre algún retraso en la entrega de participaciones federales. Esta semana el secretario de Gobierno dijo que desde que José Antonio Meade fue designado candidato priísta a la Presidencia, la Secretaría de Hacienda empezó a retrasar los recursos que corresponden al estado y que no entregó 4 mil 200 millones de pesos; por ello tuvieron que tomar fondos de distintas partidas para solventar gastos inmediatos y ahora enfrentan una crisis.

La única alternativa que encontró el gobernador es aumentar en 2019 distintos impuestos y las tarifas del agua hasta en 40 por ciento. El incremento al impuesto sobre nóminas tiene furioso al sector empresarial. Incluso algunos panistas lo han cuestionado porque, además, ese impuesto es la garantía para pagar los compromisos de las asociaciones púbico-privadas (las famosas APP con que ahora se construye cualquier obra pública). Tijuana tiene una fortaleza económica que nace de su relación con California y de los sectores maquilador y de servicios, pero Mexicali, donde la burocracia es más grande, está dejando de pagar a jubilados y pensionados, que integran un tercio de los afiliados a la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Aunque falta un año para que deje el cargo, al gobernador, dicen algunos, sólo le interesa un acuerdo político con el ex senador y megadelegado federal Jaime Bonilla Valdez, para irse de vacaciones en 2019 con su larga lista de propiedades en la bolsa.