La Habana. La directora y productora mexicana Bertha Navarro estuvo ayer en La Habana con profesionales y aficionados del séptimo arte en el 40 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano.

En el encuentro, que tuvo lugar en el Hotel Nacional de Cuba, Navarro compartió sus experiencias en sus inicios en el cine: no fue fácil siendo mujer en un país tan misógino como México, muchos me querían tratar como asistente del director, expresó.

Producir fue todo un reto, una batalla que creo vencí y ahora mismo se están abriendo las puertas para otras féminas en el sector declaró Navarro. 

La profesora de generaciones de realizadores e impulsora del cine iberoamericano recibió el Coral de Honor por trayectoria en la gala inaugural de la cita cinematográfica de La Habana.

Nuevos productores latinos y el público en general pudieron conocer de primera mano particularidades de la carrera de Navarro, quien además compartió su visión sobre el futuro del cine y como se puede mantener enriqueciendo: No hay recetas estrictas, pero lo fundamental es abrir espacios, creer profundamente en sus trabajos y tener convicción, porque cuando de verdad lo quieres, lo logras.

El laberinto del fauno (2006) y La delgada línea amarilla (2015) son algunas de las películas más conocidas producidas por Navarro y premiadas a escala mundial.

La directora informó sobre sus trabajos recientes y la importancia de llevar las producciones a los públicos, no sólo centrarse en el proceso, sino que el resultado se vea en las salas. Ese también es el trabajo del productor, afirmó.