Domingo 16 de diciembre de 2018, p. 17
Dos terceras partes de personas que trabajan en el país (37 millones 9 mil 177) están en actividades con alta probabilidad de que sus puestos sean automatizados, indica el Banco de México (BdeM).
Según el Reporte sobre economías regionales de julio a septiembre de 2018, en años recientes la economía global ha experimentado la automatización de empleos o sustitución parcial o total de actividades en que intervienen las personas.
México no ha sido la excepción a ese fenómeno. En la actualidad, la industria establecida busca una mayor automatización para elevar su productividad.
De acuerdo con el estudio, en el que se revisaron los puestos reportados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del periodo 2005-2017, en promedio 68.5 por ciento de empleos actuales son propensos a un proceso de sustitución por robotización.
Resaltó que las actividades primarias, específicamente las relacionadas con agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca, caza, servicios de alojamiento y preparación de alimentos mostraron tasas de probabilidad que oscilan entre 90.1 y 97.9 por ciento.
En tanto, las industrias manufactureras, el comercio, la minería y las actividades legislativas y gubernamentales tuvieron tasas que fluctúan entre 85.1 y 50.9 por ciento.
Sectores en que baja la probabilidad
Contrario a ello, los sectores en que la probabilidad de automatización es más baja son: servicios educativos, salud, culturales y recreativos.
México presenta un porcentaje de población en ocupaciones con alta población en labores con elevada probabilidad de automatización, similar a otros países en desarrollo
, señala el texto.
Agrega que las ocupaciones con mayor probabilidad de ser automatizadas en México tienen correlación con el grado educativo de la población ocupada, de tal manera que quienes poseen menor nivel de escolaridad pueden correr el riesgo de que su ocupación sea sustituida por un robot.
La posibilidad de que eso suceda entre personas sin educación media superior es de 80.3 por ciento, mientras con estudios superiores baja a 66.6.
Entre quienes poseen otros niveles
de enseñanza todavía es menor la probabilidad: 39.6 por ciento. Por regiones la desigualdad también es evidente en cuanto a probabilidad, pues mientras en las entidades del norte y zona central es menor, en las del sur se eleva.