Las protestas por los despidos de trabajadores del Servicio de Administración Tributaria (SAT) alcanzaron ayer al presidente Andrés Manuel López Obrador, tanto en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) como en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, donde presentó el Programa Nacional de los Pueblos Indígenas.

Por la mañana, en conferencia de prensa, prometió revisar las denuncias por despidos y aseguró que –durante el proceso de restructuración de la administración pública federal– se están respetando los derechos de los trabajadores de base, sindicalizados. Hemos dicho que el ajuste (empleados públicos) es arriba, dijo el mandatario.

Al mediodía, en la sala 16 del AICM, una mujer de Coatzacoalcos, Veracruz, preguntó al gobernante por su futuro laboral.

Soy del SAT. ¿Qué va a pasar con nosotros?, le dijo a López Obrador, quien estaba a punto de abordar un avión de Volaris que lo trasladó a Oaxaca.

No va a pasar nada, ustedes no tienen problema, respondió el Presidente mientras le daba la mano.

La mujer le reiteró: Por favor, se lo suplico, Coatzacoalcos necesita trabajo. En el SAT nos quedamos sin trabajo.

Más tarde, en el centro cultural oaxaqueño, trabajadores le mostraron pancartas de rechazo al recorte de personal en dicho organismo.

Somos del SAT, no al despido masivo, Basta de despidos injustificados, SAT y Repudio total a los despidos injustificados, se leía en los carteles.

Trabajadores, particularmente de plazas de confianza y honorarios, informaron el jueves que les fue solicitada su renuncia, sin recibir la liquidación que estipula la Ley.

En otro tema, ayer se comentó al Presidente, a su llegada a Oaxaca, que tres huicholes lo están buscando –como informó La Jornada-, y afirmó que ya dio instrucciones a Adelfo Regino, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, para que los atienda.