Emite recomendación a la fiscalía
Lunes 11 de febrero de 2019, p. 10
Personal de la Procuraduría General de Justicia de Aguascalientes –hoy fiscalía– incurrió en graves violaciones a derechos humanos, tales como aprehensiones arbitrarias, tortura y tratos crueles a personas detenidas y posteriormente recluidas en centros de readaptación social de la entidad. Entre las víctimas hay tres mujeres que sufrieron violencia y tortura sexual.
Así lo acreditó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en su Recomendación 17VG/2019 por violaciones graves a las garantías fundamentales, dirigida al fiscal general de la entidad, Jesús Figueroa Ortega.
La CNDH inició las indagatorias por 186 casos suscitados entre febrero de 2011 y junio de 2014 en esa entidad. Logró entrevistar a 52 agraviados, 27 de ellos señalaron que sufrieron torturas, pero ante el temor a represalias optaron por no seguir los trámites; mientras 25 personas (cinco mujeres y 20 hombres) aceptaron que se siguieran las investigaciones, aunque uno finalmente se desistió.
Respecto a las 24 víctimas, con independencia de que fueron inculpados y posteriormente consignados por diferentes delitos, narraron hechos en los cuales fueron objeto de tortura, tratos crueles, inhumanos y/o degradantes e incluso sufrieron abusos de índole sexual, para obligarlos a firmar documentos en los cuales se autoincriminaban de diversos ilícitos, y en otros casos, aun cuando aceptaban haber participado en ellos, de cualquier forma eran torturados
. Los abusos se dieron en instalaciones de la procuraduría o mientras los detenidos estaban en arraigo, con independencia de la comisión de algún delito o no.
El testimonio de una mujer, detenida el 14 de noviembre de 2011 por policías ministeriales, revela que los agentes la golpearon y amenazaron con hacer daño a sus hijos en caso de que no firmara un documento en que se autoincriminaba por robo a casa habitación. La llevaron a una especie de sótano, le dieron toques eléctricos, la tiraron al suelo y le quitaron la ropa de la cintura hacia abajo para violarla con algo duro como un tubo
, lo que le causó un gran dolor. Para detener el suplicio, decidió firmar.
Tras analizar las pruebas del expediente de queja, la CNDH acreditó violaciones a los derechos a la legalidad, seguridad jurídica y a la libertad personal por detención arbitraria, en nueve casos; a la seguridad e integridad personal por tortura (14) y por tratos crueles, inhumanos y/o degradantes (dos); a la seguridad personal e integridad sexual por tortura y violencia sexual, en tres (mujeres), y al derecho de acceso a la justicia en su modalidad de procuración y a la verdad, en 19. Todas atribuibles a personal de la entonces procuraduría estatal.