El acuerdo al que se llegó para liquidar a los inversionistas del fideicomiso que financiaría el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) preserva el ahorro de los trabajadores y libera al país de una deuda de 30 mil millones de pesos, aseveró Javier Jiménez Espriú, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Fue una negociación muy buena, resumió.

En conferencia de prensa, recordó que a los tenedores de bonos del Fideicomiso de Inversión en Energía e Infraestructura, mejor conocido como Fibra E, con el que el gobierno pasado levantó 30 mil millones de pesos para erigir la obra de Texcoco, se pagará con el rendimiento de 10 por ciento real que marcaban las reglas de origen, lo que da un total de 34 mil millones de pesos.

Esto tiene varias consecuencias, todas ellas muy favorables. El gobierno deja de tener una deuda de 30 mil millones de pesos, se satisfizo de la mejor forma, se pagaron los réditos que estaban comprometidos y se preservaron totalmente los intereses de las Afores, porque una altísima participación de estas Fibra E eran con las Afore de los trabajadores (Inbursa, Pensionista, Profuturo y Banorte XXI). Los trabajadores no sufren en este caso, ninguna afectación negativa, precisó el titular de la SCT.

Destacó que la Fibra E fue un mecanismo de financiamiento que uso el anterior gobierno y con él se obtuvieron 30 mil millones de pesos que en ese momento no se necesitaban y con condiciones financieras muy difíciles, añadió.