Hasta el momento no se observa una estrategia financiera desde el gobierno federal que haga viable, en lo inmediato, la universalidad y gratuidad de la educación superior, además que representa un impacto negativo en las finanzas de las casas de estudios, advirtieron varios rectores de universidades estatales públicas del país.

Adolfo Pontigo Loyola, Juan Eulogio Guerra Liera y Teresa García Gasca, rectores de las universidades autónomas de los estados de Hidalgo, Sinaloa y Querétaro, respectivamente, señalaron que una política de esta magnitud –que significa brindar educación superior a todos los aspirantes de manera gratuita–, requiere un proyecto integral que reconozca, de entrada, que las casas de estudios no poseen los recursos económicos suficientes.

Y no contamos con la suficiencia financiera, no desde hace ayer, sino desde hace décadas, dijo García Gasca, quien recordó que uno de los puntos del pliego petitorio que llevó a la institucion queretana a obtener su autonomía hace 60 años fue precisamente la aspiración de la suficiencia presupuestal, la cual nunca se ha tenido.

Perderían ingresos

En entrevistas por separado, los directivos universitarios coincidieron en señalar que en caso de dejar de percibir los recursos por concepto de cuotas y de servicios que prestan a los alumnos, esto impactaría brutalmente en sus finanzas.

Estos recursos representan para algunos campus hasta 30 por ciento de sus ingresos, según estimaciones de la Asociación Nacional deUniversidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies).

Para el rector Adolfo Pontigo es loable que todos puedan acceder a la educación de calidad, pero no observamos –dijo– una estrategia financiera para realizarlo de manera inmediata, por eso es fundamental que se establezca una progresividad; es decir, que esta gratuidad vaya programada con temporalidad.

Desde la perspectiva del rector de la universidad hidalguense, mientras que no exista una proyección financiera sería muy complejo la implementación.

En tanto, Juan Eulogio Guerra refirió que la Universidad Autónoma de Sinaloa tiene un déficit de mil 735 millones de pesos, y si le quitas, aunque sean cuotas simbólicas, es una cantidad que ya tenemos destinada para casas del estudiante, para becas, para proyectos culturales y deportivos dedicados a los alumnos.