mables lectores de La Jornada solicitan las fuentes de información a las que recurro para indicar algunas tendencias de la evolución energética internacional. Me concentro hoy en ello, recomendando siempre una visión crítica.
En primer término están los datos internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Su división de estadísticas (Statistics Division, UNSD; siempre se alude a sus siglas en inglés) ofrece continuamente diferentes informes. Con datos internacionales ( Energy Statistics Yearbook y Energy Statistics Pocket Book. Con balances de energía ( Energy Balances) y con perfiles energéticos y eléctricos ( Electricity Profiles) (https://unstats.un.org/unsd/energy/).
Respecto de perfiles eléctricos, el profesor Eduardo Saxe Fernández (familiar de nuestro querido compañero John), investigador de la Escuela de la Tierra en Costa Rica, me envió su interesante análisis sobre la dinámica estratégica mundial desde la perspectiva de la producción de electricidad. Lo comentaremos.
Regreso a las fuentes. En segundo término están los informes de la Agencia Internacional de Energía (IEA). En particular, el documento anual Key World Energy Statistics. Y también de esta agencia algunos otros: World Energy Outlook, Global Energy & CO2 Status Report y Renewables 2018, por sólo citar algunos (https://www.iea.org/).
En tercer término menciono el reporte estadístico anual BP Statistical Review of World Energy, de la empresa British Petroleum (BP), editado durante 67 años. Además –de la misma BP–, su Energy Outlook con proyecciones a 25 años (https://www.bp.com/). Hay una cuarta fuente de consulta obligada: la Agencia de Información del Departamento de Energía de Estados Unidos (Energy Information Administration, EIA). Además de los datos históricos periódicos, anualmente preparan una visión de la energía en el mundo ( International Energy Outlook). En ella presentan prospectivas mundiales y regionales a 25 años, bajo diversos escenarios económicos (https://www.eia.gov/).
Hay más fuentes, sobre todo de datos nacionales específicos. Pero no quisiera dejar de señalar –ya en una perspectiva más analítica– la conveniencia de consultar organismos, universidades, institutos y programas especializados.
De extrema relevancia en mi opinión es el prestigiado Oxford Institute for Energy Studies. Fundado por el prestigiado investigador Robert Emile Mabro (1934-2016), se concentra en estudios e investigaciones sobre la evolución económica y política de la energía en el mundo internacional. También –de gran relevancia– las investigaciones de los programas de energía de la Universidad de Uppsala, en Suecia, fundados por el también afamado investigador Ferdinand Banks.
Las proyecciones que he comentado en estas notas en La Jornada se nutren, básicamente, de datos históricos de la ONU, de la Agencia Internacional de Energía y del Anuario Estadístico de British Petroleum. Y –debo reconocerlo– consulto lo más que puedo las visiones del Oxford Institute del nacido en Alejandría y siempre recordado Robert Mabro y los escritos del reconocido profesor Banks, de Uppsala.
Pronto comentaremos sus visiones sobre el mercado petrolero internacional y la desregulación eléctrica. No tienen desperdicio. Hoy se trataba de cumplir con quienes nos solicitaron las fuentes referidas. Ya seguiremos la descripción de tendencias internacionales. Sin duda.